Amar A Un Hijo No es Nunca Un Sacrificio

Uno no ama más ni menos a un hijo por tener una discapacidad; uno lo ama igual. El amor no es condicionado a lo que creemos de perfección, el amor es transparente y puro, por eso, las felicitaciones que llegan de terceros por ser el padre “especial” de un hijo “especial”, están siempre fuera de lugar, y es que amar a un hijo no es nunca un sacrificio.

Pasar por momentos de confusión o crisis emocional cuando nos enfrentamos a los retos de criar un hijo con discapacidad, es normal, pero no se trata de falta de amor, sino de todo lo contrario, un amor que no se rinde y quiere encontrar respuestas.

Temores Comunes de Esta Experiencia

• La Estabilidad Financiera; si seremos capaces de contar con todos los recursos para enfrentar los retos médicos y adicionales
• Trabajo; si tendremos la suerte de contar con gente con empatía que comprenderá nuestra circunstancia y nos colaborará en el proceso de adaptación.
• Inclusión; si nuestros hijos serán aceptados y cuál será el proceso de integrarlos en una vida plena.
• Independencia; el grado de independencia que alcanzarán y cuáles son los límites o los pasos para darles un futuro digno.

Surgen muchas dudas y confusiones que son totalmente comprensibles. No se trata de ser más fuerte, perfecto o imperfecto, sino de ser sincero contigo mismo; enfrentar tus temores y entender que mientras más rápido des el paso, más fácil será aprender a caminar en este nuevo sendero.

Hay padres que dicen nunca haber llorado; otros como yo hemos pasado por momentos difíciles. El dolor se expresa de muchas maneras, y no está enfocado directamente en lo que tu hijo no podrá ser o hacer; sino en tu inseguridad debido a la falta de conocimiento acerca de esta experiencia. No está basado en la negación, sino en ese inmenso amor que no se conforma y quiere siempre lo mejor para él.

Hay muchas maneras diferentes de enfrentar un diagnóstico, y aunque ninguna es mejor que otra, todas deberían ser comprendidas y respetadas.

• Depresión o actitudes extremistas de sobreprotección
• Sentimiento de incomprensión
• Sentimiento de juicio 
• Sentimiento de aislamiento tratando de proteger a tu hijo

En contra parte, otros padres pueden expresarlo de un modo diferente:

• Volverse demasiado fuertes y estar siempre a la defensiva.
• Sentirse siempre atacados y juzgados
• Nunca aceptar las limitaciones o el diagnóstico de sus hijos para no dejarse vencer. 

Y claro, hay quienes lo pueden tomar de manera más natural, sin que esto signifique que no hayan pasado por momentos difíciles.

LA EVOLUCIÓN

Todos los seres humanos evolucionamos, y creo que más aún cuando nos convertimos en padres, ya que asumimos la responsabilidad de hacernos cargo de las vidas más preciadas que existen: nuestros hijos.

Siempre me acuerdo de un amigo que decía que cuando las personas tienen hijos se vuelven ególatras porque en sus hijos ven y tratan de obtener las cosas que ellos nunca pudieron. Tiene algo de cierto. Ese es otro punto que puede influenciar la frustración cuando se tiene un hijo con discapacidad; no poder soñar los mismos sueños, aunque gradualmente aprendamos a soñar nuevos e igual de dignos y motivadores.

¿Qué es importante?

• EDUCARNOS PARA SOBREPASAR LA DUDA Y APRENDER A TENER FE EN NUESTROS HIJOS
• RENACER EN LA EXPERIENCIA Y ADAPTAR LAS METAS DE NUESTROS HIJOS
• ENFOCARNOS EN LO QUE PUEDEN, SIN FRUSTRARNOS POR LO QUE NO PUEDEN
• SER OBJETIVOS Y COMPRENDER QUE TODOS TENEMOS CAPACIDADES, HABILIDADES DIFERENTES Y DEFICIENCIAS
• COMPRENDER QUE EL MUNDO NO ES PERFECTO, NADIE LO ES, Y AL IGUAL QUE CON CUALQUIER OTRO HIJO, NOS ENFRENTAREMOS A RETOS, SITUACIONES DIFÍCILES Y TAMBIÉN MOMENTOS DE MUCHA ALEGRÍA

¡Siembra con tu ejemplo!

Nunca olvides que profesas la verdad con tu ejemplo. Si andas peleando con todo el mundo tratando de demostrarles que tu hijo puede, probablemente le quitas la oportunidad a tu hijo de mostrar por sí mismo quien es él y lo mucho que puede lograr. Ten fé en él y deja que ocupe su propia voz.

No centres tu vida en tratar de demostrar que es igual a los demás, sino en ser feliz aceptando quien es. Nadie necesita parecerse a nadie, sino sentirse orgulloso de su individualidad para brillar con luz propia.

Viviendo día a día

• El desarrollo se da de modo natural, alegrándote por lo que se consigue sin frustrarse por lo que no ha llegado aún. Si te enfocas en mañana, nunca podrás disfrutar del hoy y conseguir la energía que necesitas para seguir adelante sin desfallecer
• La independencia se logra poco a poco y es parte también del desarrollo. Mientras más crees en tu hijo, más oportunidades tendrá de evolucionar y demostrarte todo lo que puede.

Muchas personas piensan que amar un hijo con una discapacidad o con necesidades especiales es un sacrificio, cuando es en realidad la oportunidad de renacer como ser humano y ser feliz, ni más ni menos feliz que con cualquier otro hijo. Todo es un proceso de aprendizaje.