Todos los buenos padres queremos lo mejor para nuestros hijos, queremos que vivan vidas plenas con todas las oportunidades posibles, y cuando somos padres de un hijo con discapacidad queremos esta no limite sus oportunidades y queremos saber a la hora de elegir una clase, si es mejor típica o especial.
A la hora de empezar la escuela, la pregunta común de las familias es:
¿Clase Típica o Especial para mi hijo con discapacidad?
La respuesta inmediata es Clase Típica, porque ya sabemos de memoria que la inclusión y la integración escolar, son determinantes para que el niño logre estos objetivos, sin embargo, la tarea no es tan simple.
Como padres, vamos a lidiar con diferentes sentimientos a la hora de tomar esta decisión.
1. Mi hijo no tiene aún la capacidad de manejarse sólo en un aula común. No es independiente.
2. Tengo miedo a que sea rechazado por los otros niños.
3. No podrá seguir la clase. No tiene las habilidades académicas para seguir un curriculum típico.
4. ¿Qué va a hacer en las horas de recreo? ¿Quién lo apoyará y estará con él?
5. La más difícil: ¿Dónde encuentro una escuela que quiera integrar?
Todos estos temores tienen lógica, y están muy bien fundados, porque la inclusión no se trata de lanzar al niño a un mundo que avanza más rápido que sus capacidades, sino de encontrar el modo de brindarle los apoyos para que pueda adaptarse a él, en el proceso en que los demás también aprenden a comunicarse efectivamente con él basados en la convivencia natural, que es la base real de la inclusión.
El camino no es fácil, y en el algunos países es inclusive muy caro, ya que hace falta contratar una maestra sombra, u otro tipo de apoyos que no son ofrecidos bajo la ley de personas con discapacidades en sus respectivos países.
Y la tarea no acaba cuando suena la campana, porque el trabajo continúa en casa, asegurándonos que como padres seremos capaces y estaremos dispuestos a dedicar tiempo para fortalecer el aprendizaje de nuestros hijos, y seguir el trabajo integrador en su vida cotidiana.
Un aula integradora le ofrece al niño oportunidades ilimitadas de desarrollo:
- Desarrollo social
- Expectativas acertadas de si mismo
- Retos naturales para desarrollar el autoestima y sus capacidades al máximo
- Le otorga su derecho individual de formar parte de una vida sin prejuicios.
Aquí la letra pequeña es entender que el triunfo no es encontrar el lugar, sino ser conscientes de que sin el apoyo adecuado; los retos mal manejados pueden convertirse en frustración en vez de oportunidades de desarrollo.
Encontrar el lugar es sólo el primer paso, pero como padre tendrás que:
- Educarte para poder educar a otros
- Convertirte en el mayor defensor de tu hijo para poder compartir con otros su modo individual de aprendizaje
- Utilizar el amor y la lógica para entender que una clase típica es una oportunidad, no una competencia de habilidades
- Celebrar los triunfos individuales de tu hijo, y promover educación individualizada de acuerdo a sus habilidades
- Estar listo para hacer cambios cuando sea necesario
- No olvidar que las calificaciones que importan se reflejan en la sonrisa e integración natural de tu hijo.
- Asumir el compromiso de aprender y crecer junto a él.
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4 Comments on “Clase Típica o Clase Especial Para Mi Hijo con Discapacidad”
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