La primera palabra que uno aprende cuando tiene un hijo con algun tipo de reto en el desarrollo físico o mental es: Terapia; la segunda que le sigue muy de cerca la aprendemos cuando los niños están listos para empezar el cuidado fuera de casa o la escuela, y es: Inclusión.
La inclusión parece un sueño inalcanzable. No sólo por los retos reales a los que uno se enfrenta cuando trata de convencer al mundo de las capacidades de nuestros hijos, pero también cuando estamos en el proceso de convencernos a nosotros mismos que nuestro hijo podrá sólo que no resultará herido.
Con trabajo y dedicación, la inclusión se acerca a nuestras vidas. Pero, ¿Qué pasa cuándo los retos no son externos, sino internos? ¿Qué pasa cuando es el niño el que no encuentra la adaptación ideal en el tiempo esperado?
No siempre he sido la misma. Cuando Emir era pequeño yo tenía mucho miedo a la integración escolar. Mis temores eran típicos y reales. Emir creció bajo mi manto de sobreprotección, y por ignorancia, temor y también amor; me costaba creer que Emir sería capaz de desenvolverse sólo en un aula común. En mi cabeza estaban las típicas preguntas obvias. ¿Cómo lo trataran? ¿Lo harán sentir bien o mal porque todavía no habla, y lo poco que habla no se le entiende aún? ¿Verán los niños las diferencias y en vez de integrarlo, lo aislarán?
Me tomó tiempo entender que justamente por su timidez, su vulnerabilidad y falta de lenguaje, Emir necesitaba ser retado a integrarse en vez de ser sobreprotegido para evitarle el dolor. Como todo el mundo necesitaba vivir el reto de enfrentarse a la vida para convertirse en la mejor versión de si mismo.
Por eso entiendo que como padres cuando tanto hablamos de “inclusión” al haber superado la etapa inicial del temor, sin darnos cuenta a veces hacemos daño a quienes recién comienzan y no se sienten preparados y no tienen ni idea que la inclusión no es inmediata sino que es un proceso intenso que puede tomar mucho tiempo.
“Inclusión” es una palabra compleja que debe ser manejada con responsabilidad, objetividad y respeto hacia las habilidades individuales de nuestros hijos. Creo que todos la anhelamos, pero también tenemos que respetar la diversidad si estamos tratando de defenderla. Hay padres que sienten y opinan diferente y está bien porque hay formas alternativas de generar inclusión, ya sea en el hogar con la familia o en la comunidad.
La inclusión puede no ser inmediato y puede llegar de muchas maneras y creo que lo importante es abrazarla con amor y nunca perder el verdadero propósito: Que nuestros hijos se sientan felices y orgullosos de si mismos.
El momento en que los niños se frustran o responden negativamente hemos perdido el camino porque no estamos haciendo lo correcto. Nunca olvidemos que esto lo hacemos por ellos y que aunque nunca será fácil nunca tiene porque ser doloroso.
Hay niños que se adaptan con mayor facilidad. Algunos necesitan más o menos adaptaciones, pero pase lo que pase es importante recordar que siempre deberemos hacer nuestro mejor esfuerzo por darles la oportunidad. Siempre es un buen tiempo para empezar o volver a intentar. Cada nuevo día es un nuevo paso y siempre seguiremos aprendiendo.
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Cada niño es un mundo Erika y algunos niños necesitan más que otros. Lo importante es no perder el objetivo principal y poder verlos avanzar, crecer y aprender :) Suerte!
Es una lástima Ma. Adoración, una realidad muy dura que hay que enfrentar repetidamente. En algunos lugares es peor que en otros, pero solo nos queda seguir adelante y cambiando las cosas aunque sea de a poco para todos los que todavía están por venir. Suerte con todo.
Guao, es uno de mis mayores temores a futuro… gracias por abordar el tema! Ahorita en Venezuela estan empezandoa integral niños con capacidades diferentes a las aulas regulares, pero ha sido un proceso frustrante de parte y parte (donde el unico perjudicado es el niño o niña), ya que los docentes no estan formados para asumir estos casos, y bueno, pues muchos alegan que para los niños con capacidades diferentes estan los docentes de eduacion especial (forma de pensar nada inclusiva) :( Dios quiera y esto cambie en unos años.
me gusta mucho tus experiencias pero q pasa cuando no encontramos eso q c dice integracion las escuelas publicas son grupos d 30 a 35 niños imaginate si las maestras podran dar el apoyo necesario para nuestros hijos buscas escuela particular q atienden maximo 15 niños pero si la escuela es de dos plantas no t lo aceptan x el riesgo d las escaleras y simplemente t dicen no podemos a tender a su hija x tendriamos q descuidar a los demas niños para enfocar la atencion en su hija y es mucha responsabilidad simplemente no otras no por que no estamos preparados pa recibir a su hija entonces en donde esta la integracion o la integracion no es pa los niños epilepticos,autistas y otros q tienen conductas poco agradable.si no tenemos dinero no encontraremos una escuela en la q atiendan a nuestros hijos ya basta necesitamos apoyo.disculpa q t diga esto pero somos varias mamas q sufrimos estos mal manejos d quien? no c pero a gritos pedimos apoyo queremos integrar a nuestros hijos gracias x tus historia y q dios t bendiga
Como siempre tan claros, concretos y directo al corazon de una mamá con miedos y esperanzas, hablando de integracion e inclusion escolar. Pero me dejaste muy claro cual es el objetivo principal: “Que ellos sean felices y orgullosos de si mismo… en el momento que ellos se frustan o responden negativamente HEMOS PERDIDO EL CAMINO…”. Pero gracias a Dios, como bien dices, podemos hacer adecuaciones para volver a intentarlo de nuevo… volver al camino..
Felicidades, exitos y bendiciones para ti y tus bellos hijos.