Con frecuencia la gente me pregunta acerca de la terapia física para niños con síndrome de Down.
Criando dos hijos con síndrome de Down, y con más de 6 años de experiencia en intervención temprana; creo que lo más importante que los padres de niños con síndrome de Down deben entender acerca de la terapia física para sus hijos, es que:
- La Terapia Física para niños con síndrome de Down no es una manera de acelerar el desarrollo del niño, sino de corregir las malas posturas causadas por la debilidad en los músculos e hiper-flexibilidad de los mismos.
- Es totalmente falso que mientras más terapias reciba un niño más rápido caminará. La terapeuta simplemente guía al niño de acuerdo a sus capacidades individuales. El niño nunca debe ser forzado, sino motivado a dar el próximo paso basado en sus propias capacidades.
- Las terapias y ejercicios no pueden ser recomendados on-line, ni ofrecidas como consejos personales. El terapeuta es un profesional capacitado que conoce el desarrollo físico de los niños. Evalúa individualmente a cada paciente para determinar sus necesidades únicas, y así crea un plan adecuado para asegurarse que el niño esté utilizando correctamente todos los músculos de su cuerpo; para encontrar el balance adecuado y ganar la fortaleza necesaria para desarrollarse al máximo.
- Para quienes no pueden acceder a terapias semanales, es una buena idea hacer consultas mensuales con un profesional certificado; para obtener los ejercicios adecuados que la familia puede poner en práctica en casa de modo natural, mientras juegan con el niño.
- Las terapias pueden ser ofrecidas en un ambiente clínico, pero son sin duda más efectivas si son integradas en la rutina diaria del niño a través del juego. El ambiente natural del niño debe ser la base de cualquier plan de apoyo.
- La motivación es determinante. Un niño feliz y motivado hace su mejor esfuerzo, tiene deseos de crecer y aprender; y eso lo verás reflejado en su crecimiento a cada momento.
Si tienes un niño con síndrome de Down y no has podido acceder a servicios; hay pasos naturales que todo niño cumple en su crecimiento y que debes tener en cuenta; aunque ellos no reemplazan la intervención de un profesional certificado.
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- Fortalecer el cuello y la espalda para poner sostener la cabecita. Ponerlo sobre su estómago desde que nace es una buena idea para que ejercite estos músculos, aunque siempre deberás estar muy pendiente de él, y hacer estos ejercicios por periodos de tiempo pequeños. Muchos bebés caen dormidos y corren riesgo de asfixia si duermen sobre su estómago.
- Hay herramientas no terapéuticas que son de apoyo, así como por ejemplo la bumbo seat. El niño debe tener total control de su cabeza antes de sentarlo en esta silla.
- La hiper-flexibilidad de los niños con síndrome de Down es otra preocupación a la hora de aprender a sentarse o caminar. En Estados Unidos está disponible el hip-helper, que es un short elástico reforzado en el centro; que evita que los niños extiendan las piernas. Míralo con un click aquí. Es fácil de reproducirse para que puedas utilizarlo con tu niño.
- No pongas a tu hijo en andador o andadera. No son recomendables para ningún niño, menos aún para los niños con síndrome de Down. Crean una falsa sensación de balance en los niños, y retrasan el desarrollo en vez de apoyarlo. El mejor modo de que tu niño aprenda a dar sus primeros pasos, es darle la oportunidad de pasar la mayor cantidad de tiempo sobre una superficie segura en el piso, para que utilizando la fuerza de sus músculos aprenda a gatear, a ponerse de pie y caminar.
- No midas el desarrollo de tu hijo basado en la edad, es el peor error que los padres de hijos con síndrome de Down cometen. Trae solamente frustración para padre e hijo. Lo más importante en esta tarea, es entender que no importa si tu hijo camina a los 15 meses o a los 3 años; lo importante es que lo haga cuando esté listo, y tenga las bases sólidas para que los próximos pasos de su desarrollo sean los correctos. Que tenga buena postura, tenga fuerza y balance para seguir adelante.
El desarrollo no es una competencia, y mientras más rápido los padres lo aceptan y comprenden; más posibilidades tiene el niño de avanzar más rápido; ya que el principal ingrediente de una desarrollo favorable, es la celebración de lo que un niño puede, en vez de centrarnos en lo que todavía no han conseguido.
Mientras escribía este artículo y buscaba fotos de mis hijos dando sus primeros pasos, encontré este video de Ayelén. Esto fue el 2008. Ayelén comenzó a caminar a los 16 meses. Siempre fue activa, fuerte y valiente; pero sobre todas las cosas, tuvo la bendición de tener el estímulo del ser humano que más la entiende y la ama en la vida; su hermano, mi hijo Emir. Obviamente yo los amo todavía más a ambos.
Aquí les dejo el video de esos primeros pasos que nos ponen en el camino de la vida.
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