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Es común que cuando uno de nuestros hijos ha sido diagnosticado con discapacidad o necesidades especiales de algún tipo, como familia dediquemos el tiempo a planear los servicios y las estrategias que necesitará para salir adelante, mientras aprovechamos el tiempo al máximo. Es entonces cuando el balance en la crianza de hijos típicos y con discapacidad al mismo tiempo, puede volverse un reto.
Balance entre hijos típicos y con discapacidad.
Un error muy común es asumir que porque nuestros hijos típicos no tienen un diagnóstico o necesidades especiales respaldadas en un estudio, no necesitan atención especial.
Cuando recién nos enteramos que uno de nuestros hijos tienen una condición especial, ya sabemos que la prioridad es tomar acción inmediata para enfrentar y lidiar con una serie de retos inesperados.
Si tenemos más hijos en casa y no somos cuidadosos:
- Ellos pueden sentir que los hacemos a un lado
- Estar molestos o tristes
Por eso lo importante de crear el momento apropiado para hablar con ellos y explicarles lo que está pasando, qué esperamos de ellos y cómo pensamos encontrar el balance cuando finalmente nos hayamos adaptado a la nueva situación.
Los niños que no entienden esta realidad, no comprenden porqué uno de los hermanos necesita mayor atención o cuidados más frecuentes, y pueden crecer sintiendo que han sido desplazados, o que sus necesidades únicas no son tan importantes, cuando en realidad Todos Los Hijos Tienen Necesidades Especiales e Individuales que deben ser cubiertas con la misma dedicación.
Consejos para Ayudarte a Mantener el Balance Entre el Cuidado y La Atención que Le das a Cada Uno de Tus Hijos:
- Cada día, recuérdale a cada uno de tus hijos cuánto los amas. No des por sentado que ellos ya lo saben y entienden la situación, porque son mayores o más conscientes de su entorno. Puede que sean maduros e independientes, pero todos los niños necesitan nuestras palabras de aprecio y motivación de modo constante, indistintamente de sus capacidades personales.
- Muchas veces como padres, inconscientemente podemos estar abriendo un abismo de diferencias que pueden criar rivalidades entre hermanos, cuando en el intento de explicar la discapacidad de uno de ellos hacemos la excepción tildándolo de “especial”. Este denominador puede hacer sentir a los otros hijos que no son igual de especiales, o llevarlos a creer que sus necesidades no son tan importantes. Si como padre decides utilizar la palabra “especial”, deberás utilizarla para describir los talentos únicos de cada uno, reconociendo que en realidad todos son igual de especiales en sus similitudes y diferencias.
- Planifica tiempo especial para todos tus hijos por igual. Nunca les hagas creer a tu hijo típico, que su comportamiento y sus premios son algo que das por hecho al no tener una discapacidad. Todos los hijos necesitan apoyo y atención para reafirmar el aprecio de sus padres. También necesitan pasar tiempo de calidad con sus padres para hacer cosas comunes como: Hablar de las cosas triviales que les parecen importantes, lamentablemente en los momentos de estrés posponemos estas prácticas y olvidamos lo importante que pueden ser para ellos.
- Recuerda siempre que cuando la tormenta haya pasado, es importante recordarle a los otros miembros de la familia tu agradecimiento y aprecio por su apoyo y su esfuerzo por trabajar en equipo en los momentos difíciles.
- A la hora de poner reglas y obligaciones, delega tareas y responsabilidades basados en los talentos de cada uno. Las reglas deben aplicar a todos por igual y también las consecuencias. Las excepciones crean conflictos. Cada cual debe ser tratado por igual respetando sus fortalezas y debilidades.
Las personalidades individuales de los hijos pueden hacer el proceso de adaptación más simple o más complicado. Como sea, estos mismos retos no se viven exclusivamente en las familias que tienen que un hijo con discapacidad, aplican en realidad a quienes crían varios hijos, ya que como hermanos, su principal característica es la de compartir similitudes e increíbles diferencias, pese a compartir lazos de sangre y crianza.
Dale un click a este enlace o a la siguiente fotografía para leer la historia de Natividad Gonzalez y su experiencia encontrando el balance entre sus tres hijos, uno de ellos con síndrome de Down.
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