Gracias a nuestros amigos de #BarbieProject por patrocinar este artículo que habla de compartir nuestra herencia cultural y nuestra historia con nuestros hijos.
Parte del juego natural con los niños es aprender a hablar su mismo idioma. Cada niño tiene un juguete favorito a través del cual como padres, podemos comunicarnos, llamar su atención, y hacerlos sentirse amados y comprendidos.
En el caso de mi hija, el juguete que nos acerca y ha seguido vigente de generación en generación en los hogares de muchas familias, es Barbie.
Para quienes somos inmigrantes en esta tierra y no estamos en conexión constante con nuestras familias, porque están lejos o porque no están presentes por una u otra manera, traer nuestra herencia cultural y nuestra historia de la manera más efectiva es siempre lo mejor, y como decíamos al comienzo, qué mejor manera que haciendo hablar al amigo virtual de cada niño, su juguete favorito.
En mi hogar todo espacio se convierte en oportunidad, muchas de nuestras conversaciones de historia y herencia cultural comienzan con eventos tan naturales y cotidianos como, porqué lavarse los dientes.
Siempre le digo a Ayelén que a su edad y aunque yo no tenía un cepillo eléctrico de Barbie como ella, mi madre se sentaba a acompañarme mientras me contaba de cómo ella se cepillaba los dientes a la misma edad. Siempre le digo cosas como: Todas hemos tenido dientes limpios y brillantes, que la animan a sentirse parte de esa pequeña parte de nuestra historia como familia, que encierra las buenas costumbres y la unión de madre e hija.
Otras cosas que compartimos al lado de Barbie son los juegos electrónicos.
Qué mejor oportunidad de hablar del pasado y de cómo nosotros jugábamos, que comparar el presente con el ayer. Cuando Ayelén juega con su computadora, le cuento que cuando yo tenía su edad, ni imaginábamos que algún día esas cosas existirían, y que se convertirían algún día en algo tan educativo para muchas niñas y niños.
Los libros son algo que nos une a través de la historia y de la herencia genética y cultural que compartimos. Mi madre siempre fue amante de los libros, yo heredé ese placer por la lectura, y Ayelén también. Pasamos momentos increíbles juntas, porque además, nunca he superado la emoción y la alegría que me produce leer historias de princesas.
Y las muñecas de papel? Me encanta la nueva versión llena de color y a prueba de humedad y manos sucias. Definitivamente cada momento, es una oportunidad invaluable para hablar, compartir, celebrar nuestra herencia cultural y nuestras historia con nuestros hijos.
Y tú, cuál es tu manera de hablar de tus hijos acerca de tu herencia cultural y tu historia?
Síguenos en facebook y twitter!
- El Doloroso Camino hacia la Sanación: Desconstruyendo lo que una vez fue Normal - April 18, 2024
- The Painful Path to Healing: Deconstructing What Was Once Normal - April 18, 2024
- When Talking About Inclusion, Remember This - January 23, 2019