Han pasado ocho años y nueve meses desde que llegaste a mi vida. Mentiría si te dijera que ya sabía como sería tener una hija, porque ni la más grande ilusión ni el más grande de mis sueños, podrían haber definido jamás toda la magia y el amor con el que te clavaste en mi alma y en mi corazón.
Te amé desde siempre, y te amaré por siempre pequeña mía. Sentirte crecer dentro de mi vientre, darte vida, y tener la dicha de verte convertida en una niña, es la bendición más grande de mis días.
No hay calamidad que oscurezca el brillo de tu sonrisa, ni reto insuperable al lado de tus caricias. Tu ternura y tu inocencia son el recordatorio del sentido que le da vida a mi vida.
Mirarte a los ojos es una constante celebración del milagro de ese amor bendecido por las manos de Dios, que unió nuestras almas en un nuevo espíritu: El tuyo.
Es prácticamente imposible plasmar tanto sentir en palabras, no existen todavía las letras que me permitan explicarte cuánto te amo, y todo el agradecimiento que te tengo por haber tocado mi existencia, transformado mi mente, y curado mi corazón por siempre.
Se que no siempre soy la mamá que te mereces, pero créeme, que hasta en los momentos más difíciles y en los errores más tontos, estoy tratando de hacer mi hacer mi mejor esfuerzo, porque uno de los milagros que tu amor ha obrado en mi, es el deseo de ser un mejor ser humano, por ti y para ti. Quiero regalarte el mundo mi vida, y quiero que siempre sonrías.
Cada amanecer le doy gracias a Dios por permitirme despertar una vez más, porque desde el día que naciste, mi único deseo es vivir para ti, y no perderme ni un segundo de tu magia y tu alegría.
Dedicado a Ayelén; la alegría de mi vida.
- El Doloroso Camino hacia la Sanación: Desconstruyendo lo que una vez fue Normal - April 18, 2024
- The Painful Path to Healing: Deconstructing What Was Once Normal - April 18, 2024
- When Talking About Inclusion, Remember This - January 23, 2019
4 Comments on “Carta de Amor a Mi Hija”
Comments are closed.