La confusión con el trato equitativo es creer que hay un regla específica que determina como todos debemos ser tratados, y que para todos seamos iguales, esa regla debe medirnos y complacernos a todos.
Todo lo contrario, trato equitativo significa flexibilizar esa posición rígida que nos hace creer que hay un parámetro que mide a todos. Trato equitativo, ya sea por tu condición social, por tu raza, color, por tus capacidades únicas, por tu género o inclinación sexual; se trata de que tu derecho de ser único, parecido y diferente, sea reconocido y respetado, adaptándose a ti como un individuo.
Entonces, cuando las personas hacen comentarios sin fundamentos en los que quieren que se generalice a los seres humanos y se los ponga a todos en el mismo saco, las personas no entienden que se están privando de su derecho de tener necesidades únicas, que deben ser respetadas y celebradas por la gente.
Es típico escuchar que los padres de hijos con discapacidades no quieren que se haga diferencia con sus hijos, y creen que la palabra discapacidad es un etiqueta que los disminuye. Pero madres, padres y familias, la palabra no tiene poder por si misma, y no se trata de evitar la palabra o la realidad de que un hijo tiene una discapacidad, sino de normalizar la realidad, para que vivir con una discapacidad sea tan natural como vivir con un color diferente de ojos o de cabello.
No se genera inclusión tratando de encasillar a las personas en un curriculum estandarizado de educación, porque entonces vamos a tener estudiantes, hijos, y alumnos sentados en bancos por el solo hecho de ocupar un espacio en el lugar que creemos es el adecuado. Se genera inclusión creando planes adaptados de acuerdo a las capacidades de cada persona, para que su espacio en el aula, genere un impacto, para que quienes lo rodean reconozcan sus capacidades y crezcan a su lado entendiendo que esa persona puede de una manera diferente, pero igual de digna y poderosa.
¿Hay que hacer diferencias cuando se escriben artículos, cuando se hablan de servicios, cuando se busca generar inclusión? ¡Sí! Hay que hacer diferencias, diferencias positivas hablando sin prejuicios personales ni complejos, diferencias positivas aceptando los límites para poder generar alternativas, diferencias positivas para cambiar la percepción de ciertos términos creando un nuevo significado con nuestra fe, nuestro amor y esfuerzo como padres, hijos e individuos, por que el mismo sentimiento y lucha es la que vivimos todos como ciudadanos de diferentes culturas, de diferentes colores de piel, con diferentes habilidades, y con diferentes preferencias.
Por eso hay que hacer diferencias.
De nuevo, hasta que no cambiemos nuestros propios prejuicios, y tengamos la capacidad de hablar de discapacidad sin ese típico nudo en la garganta y ese peso sicológico que nos provoca asociarla a nuestros hijos; hasta entonces no estaremos listos. Lo mismo se aplica a todos los casos.
¿Porqué diferenciar a unos de otros? Porque todos somos diferentes, y todos tenemos necesidades especiales de algún tipo, y está bien. No tiene nada de malo ser diferente.
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Elisa, ellos nunca dejan de aprender, puedes seguir con terapias de lenguaje y motivación en la casa para ayudarle a mejorar el lenguaje, aunque es una realidad también que muchas personas con discapacidad no alcanzan un lenguaje típico y por eso lo importante de buscar modos alternativos de comunicación para facilitarles este tema. Suerte.
Mi hija ya tiene 23 años pero su lenguaje es deficiente hay cosas que no se le entienden tiene discapacidad estuvo en escuelas especiales podré hacer algo?