La diferencia entre integrar e incluir. Siempre estamos hablando de inclusión escolar, pero en realidad lo que a veces malinterpretados es la definición de la inclusión que en su aplicación en el área escolar no es el todo, sino en realidad una pequeña parte a la integración plena y natural que tenemos que promover en la vida de nuestros hijos.
La pregunta de si estamos realmente dispuestos a integrar debe ser siempre la más importante en nuestro repertorio. La respuesta tiene que ser honesta, objetiva, y realista. Todos nos equivocamos una y mil veces en el camino, lo importante es aprender, rectificar y no perder el objetivo real, que es ayudar a nuestros hijos a ser capaces.
Y es que hay una diferencia marcada entre incluir e integrar, y es la siguiente:
1. Podemos incluir o integrar con el apoyo profesional de una maestra sombra o un asistente. La pregunta es si queremos y estamos haciendo ambos, o estamos simplemente incluyendo sin considerar el objetivo final que es integrar de forma efectiva, considerando que cuando nuestro hijo se gradúe de la escuela, no podrá tener una sombra de si mismo en su centro laboral, y deberá en cambio utilizar al máximo sus capacidades para el trabajo que le ha sido asignado.
La maestra sombra o asistente puede apoyar, ayudar, y guiar, pero nunca debe hacer el trabajo por nuestros hijos, hablar por ellos, o quitarles la oportunidad de aprender de sus propios errores y entendimiento.
2. En las actividades cotidianas, el primer paso es incluir haciendo un análisis de cómo nuestros hijos reciben la nueva experiencia, cuáles son los apoyos necesarios para que se sienta a gusto, comprendido y celebrado, y cuál es el plan de emergencia en caso de que algo no funcione del modo esperado. Luego de ello viene la integración natural, que es dejar al niño adaptarse de modo natural haciendo uso de sus capacidades para aprender a interactuar, participar, y así ganar la confianza en si mismo que necesita para enfrentarse a cualquier situación en la vida.
3. En el hogar y en el círculo familiar, es importante mantener presente que aunque tal vez nuestro hijo con retos de desarrollo no pueda hacer las mismas cosas que otros niños de su edad, tenemos que ayudarle a explotar sus habilidades de forma independiente y responsable. En la práctica está el secreto de la habilidad, y si tu hijo no es retado a aprender, ciertamente nunca lo hará.
Al final del día lo que tienes que tener en cuenta es que la palabra discapacidad es una que usamos para encasillar procedimientos, técnicas, consejos, y habilidades de un grupo de personas llenas de capacidades únicas, cuando reciben las oportunidades apropiadas y las oportunidades justas.
A veces lo único que falta, es aprender a mirar la vida con esperanza, y con fe en la capacidad de quienes amamos. Lo demás viene solo.
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