Estoy infinitamente agradecida con mis hijos por el amor que han traído a mi vida, y la mejor manera de demostrarles el mío, es a través de estas promesas de amor diarias con las que muchos padres enamorados como yo, también se podrán identificar.
- Prometo hacer mi mejor esfuerzo por hacerte feliz. Y aunque no soy perfecto, aunque me equivoco mucho, y a veces también soy terco, quiero que sepas que nunca había amado tanto, y que nunca antes había sentido en el corazón un deseo tan grande y tan sincero de hacer feliz a alguien, como deseo hacerte feliz a ti.
- Prometo estar contigo en todo momento. Y quiero que sepas que aunque a veces las reacciones me ganen y el estrés se apodere del momento, te amo más que a mi propia vida y siempre voy a estar aquí para ti. Para apoyarte en lo difícil, para entenderte en lo incomprensible, para darte una mano cuando necesitas ayuda, y para que te acuestes en mi pecho cuando no encuentres consuelo.
- Prometo mirarte a los ojos, reír tus chistes, escuchar tus historias, luchar tus guerras, y celebrar tus pequeños y grandes triunfos. Prometo enmarcar tus dibujos, atesorar tus historias, y recordar por siempre tus mejores momentos en este camino de vida en el que Dios me ha dado el honor de guiarte.
- Prometo creer en ti, entenderte cuando ni tu mismo te entiendes, defenderte cuando haga falta, y protegerte por siempre. También prometo hacer mi mejor esfuerzo por cederte tu propio espacio, lidiar positivamente con la melancolía de verte crecer. Ayudarte y aprender, y dejarte cometer tus propios errores.
- Prometo respetar tus propias decisiones, y estar ahí para apoyarlas y celebrarlas. Prometo no juzgarte, no tratar de cambiarte, ni compararte. Prometo amarte tal y como eres, sin excusas, sin prejuicios, sin límites.
Pero sobre todas las cosas, prometo amarte por siempre, y prometo ser la persona con la que siempre puedes contar, con la que siempre puedes hablar. El ser humano que te dio vida, y al que tu le cambiaste la vida.
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