Este es un artículo patrocinado por Latinos en Social Media para la Campaña de concientización #Respeto, sin embargo, todos las opiniones aquí expresadas son mías y no han sido editadas por terceros.
Hoy por primera vez tuve el honor de votar en los Estados Unidos. Camino al precinto pensé en los años que me tomó convertirme en ciudadana Americana, en la preocupación, el estrés, el prejuicio, y el racismo abierto al cual uno se enfrenta como inmigrante Latino, no solo por parte de los norte-americanos, sino de los mismos Latinos.
Los Latinos y la diversidad son un tema de preocupación, ya que aunque todos estamos en el mismo saco antes los ojos de quienes se consideran “blancos’, aún así como comunidad seguimos cometiendo el error de medirnos basados en nuestro color, acento u posición. Seguimos repitiendo la tendencia que hemos traído de nuestros países de origen donde creemos que el color de piel o el apellido nos convierten en mejores personas.
Sin embargo, la dura realidad y la gran enseñanza que da esta experiencia, es que una vez pisas tierra Americana, y a medida que te vas adentrando en ella, te das cuenta que todos esos que una vez consideraste méritos aquí no cuentan, o no son tan importantes como pensabas. A nadie le importa lo que tienes puesto o si tienes bíceps y tríceps cuando vas a pedir trabajo. A nadie le importa si saliste una vez de portada en el segmento de sociales de tu país. A nadie le importa tu apellido y peor aún, ni siquiera saben cómo pronunciar tu nombre. Lo que de verdad importa aquí es quién eres, cuánto vales, qué piensas hacer, y cómo piensas utilizar tu preparación y tus vivencias para ganarte el respeto y el lugar que piensas que mereces. Toca comenzar de nuevo, y a veces comenzar de nuevo significa aprender a respetar la diversidad.
En el trayecto uno va ganando confianza y estabilidad, y cuando uno finalmente encuentra su camino, lo más fácil es olvidarse de los malos momentos vividos, y encargarse de disfrutar de la posición que has logrado con tanto esfuerzo. Pero ahí está el problema, porque no podemos ni debemos olvidar de dónde venimos, y no podemos ni debemos olvidar que hay muchos quienes recién comienzan que necesitan de nuestro apoyo, de nuestro liderazgo, y de nuestro poder como comunidad para hacer escuchar sus voces.
Que las lecciones que hemos aprendido por experiencia propia nos sirvan para reconocer nuestros errores, y nos ayuden a ayudar a otros desde el lugar en dónde nos encontramos hoy. Uno a uno podemos hacer la diferencia.
Como Latinos en los medios necesitamos ser los que abran la puerta a la diversidad y a la integración cultural, y no así, los que la cierren basados en inseguridades, prejuicios y falta de empatía. Necesitamos seguir hablando y escribiendo en español para que nuestra raza nos escuche y sepa que no está sola. Tenemos que normalizar la multi-culturalidad y hacer que quienes carecen de conocimiento en el tema, entiendan que esto no es una amenaza, sino un regalo.
Necesitamos que más cadenas multimillonarias y multinacionales se la jueguen por nosotros, y que aunque le duela a quien le duela, nos ayuden a hacer que nuestras voces se escuchen y nuestras realidades se entiendan. Sólo cuando una persona utiliza su voz y tiene el poder de contar su propia historia, es capaz de generar conciencia, de abrir las mentes de otros, y de dejar de ser estadística para ser reconocida y respetada como individuo. Solo cuando le abrimos las puertas a la diversidad tenemos la oportunidad de enriquecer nuestras mentes celebrando y respetando nuestras diferencias y similitudes.
¿Quieres compartir tu opinión y hablar más de este tema? Unete a la fiesta de twitter esta noche, Martes 15 de marzo del 2016 a las 9pm EST siguiendo el hashtag #Respeto ¡Te esperamos!
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Eso es cierto Eliana, necesitamos más cadenas multinacionales que cuenten nuestras historias y contraten a periodistas de nuestra comunidad que nos representen y le den voz a nuestras historias.