Desde  mi experiencia como madre de dos hijos con discapacidades significativas entiendo de primera mano los retos que las familias enfrentan cuando se trata servicios de educación y salud accesibles para sus hijos. Y por ello, me atrevo a exponer esta pregunta abiertamente,

¿Porqué seguimos castigando a las personas con discapacidad y sus familias?

Qué, “¿cómo si son tan lindos y parecen todos angelitos y siempre les doy like en Facebook?

En la vida real esas cosas no cuentan, y el mayor castigo al que se enfrentan nuestras familias es la falta de servicios médicos y educativos accesibles, que es lo que realmente discapacita el futuro de nuestros hijos limitando su  auto-suficiencia y su independencia.

Hay muchas discusiones abiertas acerca del valor de la vida de las personas con discapacidad

La gente se pregunta si vale la pena dejarlos nacer o no, y para apoyar sus opiniones, sacan cuenta acerca del valor de sus vidas y su impacto en la sociedad. A lo largo de mi vida me he encontrado muchas veces como parte central de estas discusiones cómo si la vida de mis hijos estuviera en discusión. Y para mí lo más curioso, es que muchos que hablan de religión, valores, y de su compromisa pro-vida, tienen problemas para mantener su visión cuando se trata de personas con discapacidad.

Como está pasando en este momento con los servicios de salud y educación para las personas con discapacidad en los Estados Unidos, las discusiones concluyen en que las vidas de las personas con discapacidad son demasiado caras para ser valiosas.

En mi opinión, y éste es el punto central de este artículo, no hay nada peor que opinar desde la ignorancia o la  indiferencia, o creerte con el derecho a opinar sobre algo que no conoces. Si no eres el padre de una persona con discapacidad o vives con una discapacidad, talvez nunca entenderás, o tendrás la más mínima idea de nuestras vidas.

Como madre y activista, creo que no hay nada más ridículo que ser catalogada como comunista o capitalista, como derechista o izquierdista, cuando mi único objetivo es darles a mis hijos una vida digna libre de prejuicios. Abramos la mente, gente, el valor de la vida no es político. Esta lucha se trata de opciones lógicas y accesibles para todos, que promuevan el crecimiento e independencia del individuo como tal. En nuestras manos está darles a las personas con discapacidad una vida lo más independiente posible que contribuirá al crecimiento de nuestros países, en vez de seguirlos castigando por haber nacido con una discapacidad.

Tenemos que dejar de vivir bajo el prejuicio de que necesitarán de nuestro sustento eterno, cuando en realidad lo que necesitan es de los servicios apropiados para desarrollarse como todo el mundo, y así ganar la habilidades para auto-sosternerse y vivir vidas productivas al máximo. Todos somos parte del todo y todos dependemos de nuestro entorno en menor o mayor medida.

Y así mismo con los servicios educativos. Las personas con discapacidad necesitan apoyos y soportes para salir adelante, y  necesitan educación inclusiva para su desarrollo social y académico. No podemos seguir culpando  a las personas con discapacidad por necesitar más, y por eso, deprivarlas de servicios y de oportunidades básicas cerrándoles la puerta en la cara bajo la excusa de que no estamos preparados o no sabemos qué hacer. Es una lucha de todos. No nos conformemos con no saber.

Cuando la discriminación es tan obvia, pasa desapercibida porque se convierte en la regla

La sociedad es bombardeada con titulares absurdos a través de los cuales es empujada a creer que las personas con discapacidad no son lo suficientemente buenas como para ser tratadas con dignidad y respeto. Y así es como caemos en el círculo de hipocresía en el cuál se ponen shows televisivos en los cuáles se le enseña a la sociedad a mirar a nuestros hijos con lástima y como personas eternamente dependientes de su caridad.

Las personas con discapacidad y sus familias somos víctimas de lo que se llama en Inglés, “Ableism: Discriminación basada en capacidad; un sistema de opresión que perpetúa la creencia de que las personas con discapacidad son inferiores a las personas típicas.

Por todo lo expuestos, a quienes quieren participar del cambio, los invito a reflexionar acerca de su influencia en la vida de las nuevas generaciones de personas con discapacidad. Los dobles estándares son los que empujan a las mujeres a terminar con sus embarazos cuando se enteran que sus hijos nacerán con una discapacidad. Y si tan cristianos y pro-vida somos, entonces comencemos por entender que toda vida es valiosa, y por eso debe estar acompañada de aceptación, inclusión, y acceso equitativo para flocerer y dar frutos.

Tener hijos con discapacidad no debería nunca convertirse en una batalla, literalmente a muerte, debido a la falta de servicios médicos y educativos. No podemos seguir castigando a las personas con discapacidad y sus familias. Tenemos que abrir la mente para reconocer que la capacidad está presente con los apoyos y servicios adecuados. No hay mejor inversión pro-vida que esa.

Eliana Tardio
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About Eliana Tardio

En este espacio Eliana comparte su pasión por un mundo inclusivo a través de las historias de integración natural de sus dos hijos, Emir y Ayelén, quienes crecen y desarrollan sus talentos como modelos de diferentes marcas internacionales. Viviendo con pasión, compasión y estilo; esta es una vida totalmente imperfecta que celebra pequeños grandes triunfos mientras interpreta las enseñanzas en los retos. Eliana fue nombrada el 2015 como Mejor Activista Latina en US gracias a Latinos in Social Media.

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