Le voy a dedicar este artículo al amor para definir su conexión con los servicios de educación especial, y sobre todo con las expectativas que tenemos como padres acerca del futuro de nuestros hijos. Mientras escribo, voy camino de regreso a casa después de cuatro días en Texas por motivo de trabajo. Me estaba quedando dormida y comencé a pensar en el amor y su fuerza increíble. Para mi la palabra amor es sinónimo de mis hijos, Emir y Ayelén. La sóla idea de abrazarlos y besarlos me hace feliz y me llena la vida de esperanza y fe. Entonces, ¿cuál es la conexión entre el amor y los servicios de educación especial?
Porque Emir y Ayelén tienen síndrome de Down, empezaron su camino recibiendo servicios de intervención temprana y completarán su educación con planes de apoyos individualizados de educación especial. El amor ha sido crucial en el proceso por las siguientes razones:
- El amor es la herramienta que te da la fortaleza cuando te encuentras viviendo una vida que nunca esperaste y nunca soñaste.
- El amor es la inspiración que te da la motivación para seguir luchando incluso las batallas más absurdas, todo para cumplir con la responsabilidad más importante que es la de hacer feliz a tus hijos. Todo porque esa alegría que ves en ellos es la que colma tu corazón y te hace feliz.
- El amor nos da coraje y objetividad, aunque a veces el amor también nos hace cometer errores. El amor es humano, imperfecto, y se enfrenta a retos constantes. Sin embargo, una vez uno aprende a utilizar su poder ilimitado enfocándose en sus habilidades, el amor se convierte en la mejor arma de nuestras vidas.
- El amor levanta las expectativas y escribe metas para nuestros hijos. El amor empodera a los padres para ceer que son capaces de crear cambio y que cada vez que hablan, están defendiendo su derecho a creer en su poder de hacer del mundo un lugar mejor para sus hijos.
- El amor es flexible. El amor escucha, adapta, y modifica como sea necesario. El amor se enfoca en el individuo y cree en su poder de ayudarle a conectar los cabos sueltos para superar los retos con persistencia, paciencia, y pasión.
- El amor es el corazón de los padres. El amor es natural, orgánico, y como todo lo demás, el amor evoluciona, aprende a través de la experiencia, es fuerte, es dulce, cree en consecuencias y premia el esfuerzo con más amor. El amor perdona y cree que nada es imposible.
- El amor ayuda a las personas a aprender a hablar una segunda y hasta tercera lengua cuando se trata de terminología de educación especial. El amor empuja hasta el límite y muchas veces nos hace llorar. Sencillamente porque el amor no sabe conformarse con menos de los que amamos merecen.
- El amor es la voz de la sabiduría cuando el ruido alrededor está tratando de distraernos o limitarnos. El amor nos dice al oido, “Puedes lograrlo.”
- El amor nos toma de la mano, incluso en esos momentos cuando nos sentimos completamente sólos y sentimos que nadie puede entendernos, el amor siempre está ahí para nosotros.
Todo lo que soy y todo lo que alcanzado en mi vida es resultado del amor: el amor que mis hijos me da cada día en cada acción y en cada reacción. En nuestras interacciones típicas e incluso en las que muchos califican como atípicas, siempre nos unimos en el amor.
El amor está estrechamente conectado a los servicios de educación especial, porque sin él mis expectativas nunca hubieran sido las mismas, nunca hubiera encontrado la fuerza para enfrentarme a las luchas, y nunca hubiera tenido la motivación y la fe que guía nuestras vidas. Al final, de todas las metas que tenemos en la vida, la más importante se traduce a una: Amor.
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