Se dice que los hijos con discapacidad son hijos con necesidades especiales. Y en las discusiones frecuentes que se dan en torno a la normalización de la discapacidad, también se dice que todos los niños tienen necesidades únicas y que no debemos enfocarnos en los retos sino en las similitudes. Estoy de acuerdo, sin embargo en el caso de los niños con discapacidad, tenemos que considerar que muchos tienen necesidades adicionales que se trabajan con terapias, tutorías, reforzamientos educativos, visitas médicas constantes y mucho más. Como padres, es normal sentir que cada segundo cuenta y por eso, tratar con todo el corazón de hacer tiempo para esa nueva terapia o apoyo .
Pero aunque la vida no sea fácil y parezca que todavía hay mucho por hacer, asegúrate de darle tiempo para ser niño.
Los niños necesitan hacer cosas graciosas, a veces no hacer nada, necesitan explorar el mundo a su alrededor sin etiquetas ni recolección de datos. No todo necesita ser una terapia o intervención, y no todo necesita ser planeado para ser productivo. Y con esto no quiero decir que las terapias o apoyos no son necesarios. Efectivamente, muchos niños necesitarán servicios individuales como: Terapia de lenguaje para clarificar sus palabras y aprender a hacer los sonidos que les permitirán hablar, o terapia física para alcanzar el máximo alcance de su movilidad y ganar las habilidades de independencia necesaria.
Pero si todos estos servicios no vienen con motivación por nuestra parte y se convierten en herramientas de inclusión natural para encontrar la magia de convertirse en parte de sus comunidades, probablemente nunca serán efectivos
Nuestros hijos con necesidades especiales, como cualquier otro hijo, son el resultado de sus experiencias, sus recuerdos, y sus percepciones del mundo alrededor. Probablemente no recordaran o jamás serán capaces de medir el impacto de las tantas horas invertidas en terapias, pero siempre recordarán el modo en el cuál los hicimos sentir pese a los retos cuando se sintieron comprendidos y apoyados hasta en los momentos más difíciles.
Probablemente nunca se darán cuenta del esfuerzo que pusimos en llevarlos a terapias diarias, pero siempre recordarán los momentos en los cuáles los hicimos sentir capaces y en el cuál nos hicieron sentir orgullosos.
Recordarán por siempre los momentos en el parque, las fiestas de pijamas en casa, las risas, los abrazos y los besos.
El modo en el cuál los hacemos sentir es lo que construye su personalidad, su fortaleza, y fé en sí mismos. Ojalá esos sean los sentimientos que están construyendo día a día su personalidad, porque al final, las necesidades de nuestros hijos con necesidades especiales son tan básicas como las de cualquier otro niño: Quieren aprender, quieren crecer, y quieren descubrir cosas nuevas de la manera más natural y típica, tomados de nuestras manos mientras ven en nuestros ojos amor y aceptación plena.
- El Doloroso Camino hacia la Sanación: Desconstruyendo lo que una vez fue Normal - April 18, 2024
- The Painful Path to Healing: Deconstructing What Was Once Normal - April 18, 2024
- When Talking About Inclusion, Remember This - January 23, 2019