Hoy estoy respondiendo a una pregunta que recibo de manera frecuente cuando Emir cocina al vivo en Facebook:
- ¿Porqué Yaya no cocina con Emir?
- Respuesta: Porque a Yaya no le gusta cocinar, señores y señoras.
Cuando hablamos de habilitar a nuestros hijos necesitamos ser objetivos. Esto no se trata de obligarlos a hacer cosas que nosotros creemos necesarias basadas en nuestras expectativas personales hacia su independencia. Esto se trata en cambio de enseñarles a enfocarse en sus intereses individuales a medida que les ayudamos a desarrollar esa independencia del modo más motivador y natural posible como lo que son, individuos únicos.
¿Creo yo que mi hija necesita aprender a cocinar para ser independiente? Por supuesto que no. Pero si creo que es mi deber apoyar sus sueños personales. Ama las cámaras. Le encanta contar historias. Quiere su canal en YouTube y quiere ser una actriz. Le encanta dibujar, adora la moda, vive enamorada de la belleza del mundo y aunque es femenina es muy fuerte. Su sueño no es cocinar y lo respeto.
A las familias y los padres, los invito a hacer un lado su noción preconcebida de que una persona debe saber cocinar o limpiar para ser funcional. Una persona debe desarrollar sus talentos únicos no sólo para ser funcional sino para ser feliz, de otra manera, estaremos atrapando a nuestros hijos dentro de nuestras propias limitaciones en vez de abrirles el mundo a las posibilidades.
Hay dos simples palabras: Querer y Poder, y basadas en ellas, dos simples preguntas que pueden ayudarte a habilitar a tu hijo a medida que fortaleces sus habilidades:
La primera y la más importante: ¿Quiere mi hijo hacer esto, o soy yo como padre quien quiero que lo haga?
Porque no se trata de los padres ni de nadie más, se trata enteramente de ellos. “¿Quiere mi hija, Ayelén, aprender a cocinar? No, no quiere.” Entonces, ¿qué es lo que quiere hacer y cómo sus intereses personales pueden desarrollarse de una manera en la que le ayudarán a ganar independencia y habilidades de vida?
La segunda pregunta una vez has identificado los intereses de tu hijo o hija: ¿Lo puede hacer?
Si la respuesta es si, ¡adelante! Hay que crear un plan y darle la oportunidad.
Si la respuesta es no, hay que tomarse el tiempo de analizar la situación para determinar:
- ¿Que es lo la persona ya tiene?
- ¿Qué le hace falta?
- ¿Cómo le proveemos lo que necesita para ayudarle a desarrollar esa pasión y cumplir su deseo?
Son niños y jóvenes y por eso no siempre la pasión viene junto a la funcionalidad. Tomará tiempo, repetición, y consistencia el desarrollar nuevos recursos y habilidades para masterar su meta.
Cuando los padres aprenden a hacer esto, realmente pueden ayudar a sus hijos a ser felices, a sentirse plenos, y vivir vidas cargadas de pasión y motivación. Y eso aplica a cada hijo, y en realidad, a todos los seres humanos. Lo que somos y lo que queremos para nosotros debe ser siempre nuestra primera pregunta. Cómo lo logramos viene después. Ambas respuestas nos ayudan a fijar las metas de nuestra vida con intención incluso en los momentos más difíciles.