El suicidio de Kate Speda y Anthony Bourdain me ha tenido pensando mucho acerca de la cómo la idealización puede ponernos en un lugar de desventaja. Cuando uno mira la vida de personas como ellos, que aparentemente lo tienen todo: dinero, éxito, reconocimiento, familias que parecen perfectas, uno nunca imaginaría que como cualquier mortal están viviendo etapas de confusión y depresión. Pero la depresión es tan real como la vida, y como lo reporta el CDC, El Centro de Control y Enfermedades de los Estados Unidos, uno de cada seis adultos sufrirá de depresión en alguna etapa de su vida.
La Depresión es Confusa Porque a Veces no es Tan Mala como Parece o Eso te Quieren Hacer Creer quienes te Rodean
¿Qué es la depresión?
El CDC la define como una enfermedad sin causa definida que puede ser iniciada por diferentes motivos, eventos traumáticos, cambios o situaciones inesperadas, problemas médicos, abuso de sustancias controlados, e incluso efectos secundarios de algunas medicinas.
¿Cómo se manifiesta la Depresión?
Creo que aquí está la clave, en entender que a pesar uno de estar deprimido, uno sigue viviendo, y aunque uno no se deje quebrar por la depresión y se convierta en un manojo de nervios o en una mar de lágrimas, muchas veces la depresión se manifiesta de otras maneras:
- Irritabilidad, molestia, angustia, ansiedad
- Problemas para dormir o problemas para despertar
- Falta de apetito o exceso a la hora de comer
- Cansancio constante pese a haber descansado
- Culpabilidad, impotencia, desconexión
Hay que tener cuidado porque la idealización puede convertirnos en víctimas de la depresión.
Cuando se nos identifica como padres perfectos o fuera de este mundo, los llamados “especiales” en el caso de hijo de hijos con discapacidad, el título viene acompañado de expectativas fuera de lo normal y automáticamente se nos quita la humanidad. Se espera que seamos agradecidos a tiempo completo, que seamos más fuertes, que seamos un ejemplo de vida, y que nos convirtamos en mártires o en santos que jamás se cansan, que no se quejan, y que no tienen necesidades como el resto de los mortales.
El título es agradable porque supongo que ante los retos que la tarea de la paternidad implica, todos nos queremos sentir bendecidos y encontrar en la etiquetas que consideramos “positivas” una manera de auto-motivarnos y darle sentido a una de las tareas más difíciles del mundo.
¿Porqué se deprimen los padres?
Por muchísimos factores pero algunos de los más importantes pueden ser,
- Problemas económicos o de salud
- Inseguridad acerca del futuro
- Impotencia de cambiar la realidad
- Frustración al ver que sus hijos no tienen lo que merecen o no avanzan como deberían
- Lucha constante con su entorno
- Agotamiento, angustia, tristeza, aislamiento
Pero, ¿qué pasa cuando las expectativas se convierten en verdugos que obligan a los padres a ocultar su vulnerabilidad en el intento de demostrar que son tan buenos como parecen o como se espera que sean?
Basada en mi propia experiencia se lo difícil que es buscar ayuda cuando uno siente que lo puede todo o que tiene que poderlo todo para demostrar que uno es lo suficientemente bueno. He vivido momentos de depresión que no identifiqué en su momento porque estaba tratando con todas mis fuerzas de ignorar esos sentimientos que me hacían sentir débil o insegura. Con los años, la experiencia, y la vida, he aprendido que todos somos vulnerables como seres humanos, que todos tenemos derecho a caer, pero al mismo tiempo y por amor a nuestros hijos y los que amamos, tenemos la obligación de levantarnos, y para ello muchas veces necesitaremos ayuda.
- Si estás pasando por momentos de confusión, angustia, rabia, o dolor, no tienes porqué pasar por esto sólo o sóla, acércate a los que te aman incondicionalmente, habla de tus sentimientos, rompe el círculo de auto-flagelación y busca ayuda.
- Aléjate de quienes disminuyen tus sentimientos, te juzgan, te critican, o te dicen que lo que estás sintiendo es “normal.”
Y nunca olvides que tu único súper poder es tu capacidad infinita de amar, y para poder utilizarlo al máximo tienes que comenzar por amarte a ti mismo.
