Crecí siendo muy impulsiva y por ello, parte de madurar para mí fue aprender a medir el impacto de mis acciones y asegurarme que tienen un objetivo. Convertirme en madre me dio esa intención, y más aún, considerando que mis dos hijos tienen necesidades especiales, esa intención me ha permitido regular mis emociones para aprender a alcanzar pequeñas metas que entiendo me ayudarán a alcanzar un objetivo mayor.

Basada en mis experiencias personales y en el camino de educar a mis hijos, he aprendido el valor del orgullo de la individualidad. Y porque puedo medir el impacto de esto en mi vida, creo que es uno de los valores más importantes con el cuál todo niño debe crecer: el sentimiento de igualdad que nos empodera a creer que no somos ni inferiores ni superiores, pero iguales con diferentes fortalezas y habilidades que en armonía con las de los demás pueden ayudarnos a crecer y alcanzar metas comunes.

¿Qué es lo que nos hace temer y nos pone en un posición de inferioridad ante los demás?

  • La impresión de que no somos iguales y que el otro lado es más poderoso, educado, o influyente que nosotros.

¿Cómo podemos movernos a una posición más  positiva como individuos?

  • Debemos identificar qué nos falta y trabajar por cubrir esos vacíos para sentirnos seguros de nosotros mismos y poder así balancear las diferencias en pro de una discusión en la cuál ambos lados están a la misma altura y se pueden beneficiar mutuamente de sus conocimientos

Hay muchas discusiones cuando se trata de la lucha por igualdad, y algo que quiero aclarar al respecto es que igualdad no es la intención de cazar y obtener de manera gratuita el esfuerzo de los otros, sino el de reconocer que en nuestra calidad de seres humanos todos estamos en la posición igualitaria de tomar decisiones positivas para mejorar nuestras vidas y exigir y esperar respeto por parte de los demás.

Cuando se trata de nuestros hijos, específicamente aquellos que está en una posición percibida de desigualdad en respuesta a su condición, ¿cómo les ayudamos a posicionarse en una línea de igualdad y altas expectativas para si mismos?

Primero: El peor error es creer que no les importa o que no tienen la capacidad de entender o exigir sus derechos a ser tratados como iguales. Ciertamente una persona que es criada sin expectativas nunca tendrá expectativas, pero si la meta es trabajar en darles oportunidades de independencia e individualidad, la pieza clave en su educación debe ser el orgullo de su individualidad basado en altas expectativas. La más importante: no sólo luchar porque tu hijo sea incluido en la escuela, sino incluirlo en casa involucrándolo a través de responsabilidades y en la toma de decisiones a medida que crece.

¿Cómo se hace?

  1. Integrándolos siempre en nuestras conversaciones y siempre involucrándolos para ayudarles y enseñarles a tomar decisiones.

  2. Motivándolos a reconocerse como individuos únicos en sus fortalezas y debilidades

  3. Enseñándoles a conocer y aceptar su condición sin sentirse ofendidos ni intimidados por sus diferencias

  4. Apoyándolos para que aprendan a utilizar su voz, del modo que sea necesario para que crezcan sabiendo que tienen derechos y que aunque nunca será un camino fácil, pueden y deben exigir respeto e igualdad de derechos.

  5. Dándoles derechos y también responsabilidades. Consecuencias claras y expectativas saludables.

En los ejemplos más cotidianos de la vida vemos como ese sentimiento de igualdad se vuelve la mejor herramienta para defendernos del abuso, la discriminación, y los estereotipos. Es tan fácil cómo reconocer que cuando estamos siendo víctimas de una injusticia o una imposición basados en nuestros diferencias, el sólo hecho de tener la capacidad de defendernos porque sabemos y creemos que merecemos respeto e igualdad de derechos, nos coloca en una posición de poder. Sin embargo, si en vez de eso decidimos callar y darle a otros el poder, siempre vamos a estar en desigualdad y por tanto en una posición inferior en la cual otros toman decisiones por nosotros, la más importante: cómo debemos ser tratados.

Eliana Tardío
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About Eliana Tardío

Eliana Tardío es la mamá de Emir y Ayelén; ambos con síndrome de Down. Reconocida por su trabajo promoviendo la inclusión natural de las personas por su individualidad, Eliana ha sida reconocida por celebridades como Araceli Arámbula, Thalia, María Celeste Arrarás, Karen Martínez, y más. Su historia ha sido compartida por las cadenas mundiales más importantes: Univisión, Telemundo, CNN, y Azteca América. Nombrada Bloguera Latina Inspiración 2014 en USA, en este espacio Eliana comparte sus vivencias y recursos con más de 200.000 visitantes al mes.

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