Defensoría: La Necesidad de Ser “Ese Padre”

En la comunidad muchas veces se utiliza el término, “ese padre,” para identificar a los padres que muchos consideran intensos. “Ese padre” generalmente crea molestia en su entorno.  Parece nunca estar satisfecho. Siempre tiene nuevas ideas y reta al sistema porque no se conforma con los límites impuestos.

Siendo realistas, “ese padre” es un dolor de cabeza para muchos. ¿Porqué? Porque no nos olvidemos que hay estereotipos que le dicen a la gente qué esperar de los padres de hijos con discapacidad. Son “especiales” y tienen que ser inspiradores y agradecidos. Así que cuándo ese no es el caso, y en vez de eso, “ese padre” llega a la reunión a exigir desde el conocimiento respaldado en sus altas expectativas, el sistema lo identifica y la mayoría de las veces, lo rechaza.

“Ese padre” pronto comprende y reconoce que siempre hay más por hacer, pero que si como padre no se integra, no aprende, y no exige, su hijo nunca alcanzará el máximo de sus habilidades y probablemente nunca será reconocido como un individuo.

Y no nos confundamos, porque cuando hablamos de “ese padre” no estamos hablando del padre impulsivo que todo quiere resolverlo a gritos o en corte. Estamos hablando de “ese padre” que avanza desde el conocimiento, que entiende el valor del análisis, que es auto-didacta y ha aprendido a buscar y encontrar respuestas. Que pide ayuda. Que invierte tiempo en aprender lo que desconoce. Que aún sin haber tenido nunca la capacidad, ha aprendido a desarrollarla para aprender a hablar en nombre de su hijo, para aprender a defenderlo, y para motivarse en el valor y la influencia de su voz.

  • La meta de “ese padre” no es intimidar, sino educar
  • La meta de “ese padre” no es decir qué hacer, sino aprender a trabajar en equipo
  • “Ese padre” no quiere que la gente le tema, sino que la gente lo escuche y lo respete como la experta o el experto en la vida de su hijo o hija
  • Ese padre sabe que cuando decide exponer lo que considera injusto, le da al otro lado la oportunidad de entender, de resarcir, y de hacer un cambio

En vez de repetir frases como, “No quiero que me vean como ese padre,” o peor aún, juzgar desde nuestra comodidad a quién decide salir de la propia para luchar como se debe, como padres reconozcamos el valor y el respeto de “ese padre” que a pesar de sus inseguridades, de su vida compleja, de su frustración y angustia, decide seguir adelante, no sólo cambiando la vida de manera directa para su propio hijo o hija, sino también para quienes vendrán después y decidirán también coronarse con ese título que transforma, que empodera, y sobre que nos ayuda a evolucionar como sociedad hacia un mundo más diverso, respetuoso, e inclusivo.

Todos podemos ser “ese padre,” pero seamos realistas, no todos estamos dispuestos a serlo porque no es fácil. Como en todo lo demás, el tipo de padres que queremos ser es una decisión personal que deberemos tomar con conciencia para reconocer cómo nuestra actitud influenciará y determinará el futuro de nuestros hijos.

Eliana Tardío
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About Eliana Tardío

Eliana Tardío es la mamá de Emir y Ayelén; ambos con síndrome de Down. Reconocida por su trabajo promoviendo la inclusión natural de las personas por su individualidad, Eliana ha sida reconocida por celebridades como Araceli Arámbula, Thalia, María Celeste Arrarás, Karen Martínez, y más. Su historia ha sido compartida por las cadenas mundiales más importantes: Univisión, Telemundo, CNN, y Azteca América. Nombrada Bloguera Latina Inspiración 2014 en USA, en este espacio Eliana comparte sus vivencias y recursos con más de 200.000 visitantes al mes.

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