El capacitismo, ableism en Inglés, es definido por la versión online del diccionario Cambridge, como el trato injusto hacia las personas en relación a su discapacidad (cambridge.org/ableism). Ahora bien, la definición es vaga porque todos estamos conscientes del impacto de este trato injusto que se traduce a discriminación, pero en lo que muchos estamos confundidos es en el prejuicio escondido detrás del capacitismo y su influencia en la inclusión.
Cuando hablamos de capacitismo hablamos específicamente de la tendencia de las personas que no viven con una discapacidad, a sentir lástima o actuar con condescendencia en relación a aquellos que viven con una.
¿Cuáles son los ejemplos más típicos de Capacitismo?
- Pensar que porque alguien no tiene las mismas capacidades es “pobrecito” y necesita ayuda o merece lástima. Pensamos que hay un modelo único de capacidad y que todo lo diferente a él es malo o está limitado
- Utilizamos la discapacidad como una herramienta natural o típica para tratar de ofender o disminuir las capacidades de las personas típicas. Por ejemplo, “pareces mongólico,” o “actúa como que tiene coeficiente mental bajo.”
- Utilizamos a las personas con discapacidad como banderas que reflejan lo buenas personas que somos. Ejemplo: “Yo amo a todos los que somos como ellos” o “yo los conozco de la iglesia y siempre los ayudo.”
- Generalizamos a las personas con discapacidad, porque desde nuestra capacidad lo único que podemos ver es el diagnóstico y no tenemos la habilidad de reconocer al individuo. Ejemplo, “todos ellos son así.”
- Hablamos en nombre de las personas con discapacidad, asumimos sus necesidades, y tomamos decisiones para ellos sin que ellos estén presentes o lideren las discusiones en torno a la discapacidad. No les damos el derecho a utilizar su voz porque creemos que porque no su voz no es típica, no tienen nada que decir. Ejemplo: Todo tipo de políticas y decisiones relacionadas a la discapacidad que se han tomado, sin por lo menos una persona con discapacidad que represente los intereses y necesidades de su comunidad.
- Viralizamos videos de personas con discapacidad que idealizan la discapacidad en vez de promover la individualidad. Videos que lo único que buscan es generar tráfico en base a la victimización de las personas con discapacidad.
- Nos sentimos inspirados desde de la “discapacidad” de las personas con discapacidad y sus familias, porque sentimos que desde nuestra capacidad, nosotros seríamos incapaces de vivir con una discapacidad. El panorama nos parece demasiado distante como para creer que algún día podría ser parte de nuestras vidas. Ejemplo, “Eres una mamá especial y Dios te eligió porque nadie más amaría a estos niños.”
- Creamos espacios separados para las personas con discapacidad porque desde nuestra capacidad asumimos que no tienen nada en común con nosotros o sus pares. Asumimos que “entre ellos” serán más felices y los aislamos del mundo deprivándolos de su derecho básico a pertenecer.
Todas y cada una de estas actitudes son manifestaciones de capacitismo. Todas y cada una de estas actitudes promueven estigmas y prejuicios que disminuyen las capacidades de aquellos quienes viven con una discapacidad. Todas y cada una de estas actitudes perjudican enormemente a la inclusión. Pero de todas estas acciones de las cuales todos hemos sido cómplices en algun momento fruto de nuestra falta de información, la peor es la elección educada de promover el capacitismo, aun sabiendo y conociendo de su efecto. Estoy hablando específicamente de quienes conscientes de todo esto siguen defendiendo su posición desde su propia comodidad o beneficio, y ante la urgente necesidad de cambiar su actitud responden con líneas como, “no lo digo con mala intención, o me gusta llamarlos así o darle amén a sus fotos.”
Un artículo para reflexionar y asumir la gran responsabilidad de aceptar que la inclusión se hace entre todos y desde el modo en el cuál decidimos comunicarnos. Los padres podemos seguir culpando al mundo de afuera o podemos también sobreponernos al capacitismo que a veces también nos abarca para tomar acción. La meta debe ser seguir educando con la idea clara de que el mundo no cambiará inmediatamente, pero de que todos juntos trabajando en abolir los prejuicios estamos creando un mejor mañana. Que cuando luchamos en contra del capacitismo estamos normalizando la discapacidad , y con eso, estamos acabando con los prejuicios que nos quieren hacer creer que hay sólo un modo de ser capaz.