No hay un solo día en el cuál no lea comentarios en los cuáles la gente le da crédito al síndrome de Down por las cosas que mis hijos o sus hijos consiguen. Comentarios tales como, “los niños ‘así’ son más inteligentes que los que nos llamamos normales” o “Qué bien educados y amorosos. Los niños así son unos angelitos y por eso son los más buenos del mundo.”
Parecería que porque tienen síndrome de Down no se necesita enseñarles ni habilidades académicas ni sociales, porque como la gente lo expresa, “son más inteligentes y los más buenos del mundo.” Dicho esto, esta es la razón por la cual debemos quitarle el crédito al síndrome de Down, para aceptar nuestra responsabilidad de padres y finalmente caernos de la nube pare entender que:
- Estos niños y todos los demás niños del mundo todo lo consiguen cuando sus padres trabajan por darles oportunidades individualizadas para que así puedan aprender y desarrollar sus capacidades. Si usted se queda esperando que el niño pueda todo por arte de magia, o peor aún, como resultado del síndrome de Down y sus poderes mágicos, entonces el niño nunca aprenderá y se quedará estancado para convertirse en el angelito eterno que nunca se desarrolló, no por falta de capacidad, sino por falta de oportunidad.
- Estos niños y todos los niños del mundo son angelitos. Todos son dulces e inocentes hasta que comienzan a crecer, aprenden de su entorno lo bueno y lo malo, prueban su capacidad, y en respuesta a las consecuencias, ganan habilidades sociales para lidiar con su entorno gracias a las oportunidades que reciben de su núcleo directo: la familia. Si usted cree que porque tiene síndrome de Down es un angelito y nunca tendrá maldad, entonces nunca educará al niño y justificará cada uno de sus errores humanos basado en la discapacidad. El niño aprenderá que puede hacer lo que le dé la gana porque no hay ni reglas ni consecuencias. No por falta de capacidad, sino por falta de estructura.
Y así podemos seguir la vida entera citando ejemplos de cómo darle el crédito al síndrome de Down de la personalidad y las probabilidades de nuestros hijos, nos quita la responsabilidad de educar.
También están los padres que defienden estos comentarios porque dicen sentirse enternecidos por ellos. IMPORTANTE: Queridos padres, dejemos de pensar en nosotros primero y dejemos de disfrutar de la atención directa o indirecta que nuestros hijos provocan, para ser honestos y responsables y entender que no es correcto que para sentirte bien permitas que alguien limite el futuro de tu hijo basado en capacitismo, la tendencia a santificar la discapacidad o disminuir el valor de tu hijo como una persona con la capacidad de conseguir objetivos de modo individual e igual de valioso.
Madre o Padre, no se trata de ti ni de lo bonito que se siente que la gente te corone o te bendiga por tener un hijo con discapacidad. Se trata de tu hijo o hija y su derecho a ser tratado como todos, para que sienda ella o él mismo, pueda tener las oportunidades que todos tienen. Obviamente tú decides, pero reflexiona y decide bien, porque de tus actos y decisiones depende su vida y el desarrollo de sus capacidades.
Mientras más luches por tu hijo, más comprenderás el valor y el esfuerzo que hay detrás de cada pequeño logro. Sólo entonces te rehusarás a darle el crédito al síndrome de Down, sencillamente porque has aceptado tu responsabilidad y aprendido el valor de la misma, y sabes que el crédito te lo mereces tú. La satisfacción vendrá de saber que lo estás formando de la mejor manera posible, de limpiarte el sudor de la frente después de haberlo dado todo, y no de la condescendencia del mundo haciéndote creer que eres especial por haberle dado vida a un angelito, cuando en realidad todo lo que tu hijo necesita es ser reconocido como un ser humano único y valioso dentro de sus propias capacidades.