Cuando converso con familias que se sienten frustradas porque sus hijos no están incluidos o peor aún, porque sienten que no sólo no están incluidos en la escuela sino excluidos en la sociedad, siempre identifico un común denominador: el temor.
Los padres tiene miedo a que sus hijos sean abusados o que la gente se haga la burla de ellos. No se sienten capaces de luchar porque creen que todo el mundo es malo. Y así sin darse cuenta, fruto del amor pero controlados por el temor, se sumergen en un círculo vicioso en el cuál quieren cambiar el futuro de sus hijos pero se sienten sencillamente incapaces de cambiar el mundo que los rodea.
Lo que los padres deben saber, digerir y entender es que: TENEMOS QUE CAMBIAR NOSOTROS MISMOS y solo entonces cuando superamos el temor como padres de hijos con discapacidad es que podemos hacer un impacto en el mundo de allá afuera.
Si el padre identifica que no le ofrece a sus hijos oportunidades típicas porque siente temor, el siguiente paso es preguntarse fruto de dónde viene ese temor. Ahora que entiende la base del temor, ¿cómo lo enfrento? ¿con qué herramientas cuento para hacer cambios inmediatos? ¿qué me falta para hacer cambios a largo plazo? ¿Cómo le doy a mi hijos alas en vez de cortárselas fruto de mi inseguridad?
Todos, absolutamente todos los padres sentimos temor, todavía más quienes somos padres de hijos con discapacidad dada la vulnerabilidad que la falta de educación crea en nuestras comunidades. Y eso tenemos que tenerlo clarísimo como padres, el problema no es la discapacidad del individuo sino la percepción que la sociedad, incluidos los padres, fortalecen basados en estigma y prejuicios.
Por ejemplo yo, yo no tengo temor a que mi hijo salga a la calle y vaya y compre el mercado de la semana en la tienda. Es una actividad para la cual está más que preparado y conoce a ciencia cierta, sin embargo, a veces temo en cómo la reacción del mundo puede limitarlo o ponerlo en una situación de estrés debido al estigma que puede hacer creer a muchos que está perdido, que no sabe lo que hace, o que es presa fácil debido a su condición.
¿Cómo trabajo en cambiar estos estigmas? Lo sigo de cerca, lo suficientemente lejos para dejarlo ser y crecer, pero lo suficientemente cerca para tomar acción sólo y únicamente cuando sea necesario. ¿Qué creamos con este actuar? Como padres evaluamos el entorno, determinamos cuáles son los problemas potenciales, intervenimos y les enseñamos a nuestros cómo actuar, creamos aliados a nuestro alrededor. Así con constancia, con paciencia y con tiempo, es como resolvemos el futuro y preparamos a nuestros hijos para poder.
No se trata de no tener temor, se trata de aceptar que el temor siempre existirá pero que no nos puede ni debe inmovilizar limitando a nuestros hijos mientras nos limita a nosotros mismos como padres. Nadie puede decirte qué hacer o cómo hacerlo. Tu trabajo es hacer la tarea y evaluar de dónde proviene el temor, cómo enfrentarlo, y poner manos a la obra. Que las suposiciones no te limiten. Que el amor te guíe y te permite darle a tu hijo una vida plena maximizando sus habilidades únicas como lo harías con cualquier otro hijo.