Young Downs Syndrome Man Sitting On Bed Getting Dressed For Work

Recién me topé con un video que está supuesto a ser inspirador pero es todo lo contrario, la prueba fehaciente de cómo seguimos amarrados a nuestros prejuicios para que las personas con discapacidad nos hagan sentir bien. En este video, un niño con síndrome de Down es básicamente empujado a cumplir con todos los prejuicios que lo hacen “especial.” Besa a todo el mundo, todo el mundo lo abraza a él sin reconocer ni su espacio personal ni su derecho a negar el abrazo. Está segregado, y en vez de estar en la clase con sus compañeros típicos está sirviendo café a las maestras para practicar lenguaje en su iPad de comunicación. Para cerrar con broche de oro, el comentarista dice, “El niño que sirve café y amor a sus maestras.” 

Amarrados a nuestros prejuicios pensamos, ¡Qué lindo! Y no sólo pensamos que la historia es divina sino que agradecemos a las almas caritativas que se toman el café y que le dan amor. Compartimos un millón de veces porque necesitamos “más historias como esta” y nos hace sentir bendecidos que hayan personas que han nacido para dar amor. En la vida real y sin pelos en la lengua, estamos limitando y destruyendo el futuro de esta persona. 

  1. La persona con síndrome de Down cuando es un niño o niña tiene demostraciones de afecto, que como pasa con cualquier niño, deben ser reguladas por su seguridad y para su desarrollo emocional. Si amarrados a los prejuicios creemos y motivamos al individuo con síndrome de Down a besar y a tocar a todo el mundo, no culpemos a su diagnóstico pero a nuestra decisión personal de motivar y fomentar una decisión que tarde o temprano lo pondrá en una situación sensible. 
  2. Si la meta es crear una actividad en la cual el estudiante tenga oportunidad de practicar la comunicación o el lenguaje, ¿porqué lo excluimos? ¿porqué estamos poniéndolo a servir café a los adultos en vez de estar sentado en su clase típica practicando de manera natural y sin la necesidad de hacer un show? 
  3. ¿porqué violamos el espacio de las personas con síndrome de Down? Porque amarrados a nuestros prejuicios pensamos que sus características físicas son una puerta abierta a los abrazos y manoseos que no serían bien vistos con otros niños. Ni siquiera les preguntamos si quieren un abrazo. Sencillamente se los damos porque según los prejuicios, “solo saben dar amor.” ¿Qué conseguimos? Hacerlos tremendamente vulnerables del mundo y con nuestro comportamiento, elevar grandemente las probabilidades de que un desconocido saque ventaja del modo en el que han sido criados.
  4. La misión de las personas con síndrome de Down no es hacer sentir bien a los demás ni traerles amor. Como todos los niños, jóvenes y adultos del mundo, su misión debe ser personal para encontrar felicidad desarrollando sus capacidades al máximo y dar y recibir amor como resultado de relaciones positivas, equitativas y saludables. Lo que quiere decir, de sus familias, de sus parejas, de sus amigos, etc. 

Mientras sigamos amarrados a nuestros prejuicios y celebrando este tipo de actos, vamos a seguir perjudicando la inclusión. No culpemos al síndrome de Down de ninguna de estas características. Hagamos conciencia y reconozcamos que no es diagnóstico, sino nuestra decisión de amarrarnos a los prejuicios junto a la carencia de instrucción. 

Eliana Tardío
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About Eliana Tardío

Eliana Tardío es la mamá de Emir y Ayelén; ambos con síndrome de Down. Reconocida por su trabajo promoviendo la inclusión natural de las personas por su individualidad, Eliana ha sida reconocida por celebridades como Araceli Arámbula, Thalia, María Celeste Arrarás, Karen Martínez, y más. Su historia ha sido compartida por las cadenas mundiales más importantes: Univisión, Telemundo, CNN, y Azteca América. Nombrada Bloguera Latina Inspiración 2014 en USA, en este espacio Eliana comparte sus vivencias y recursos con más de 200.000 visitantes al mes.

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