Se acerca el fin de otro año más. Una nueva década se completa este 31 de enero del 2019 y una nueva década comienza. El tiempo vuela pero los prejuicios siguen estancando a nuestra sociedad. Cuando hablamos de maternidad está el que empuja a las madres a convertirse en santas. En seres humanos sin límites que necesitan perder su identidad para convertirse en buenas madres. Hablo de la falta de balance emocional que no sólo esclaviza a la mujer sino que la hace sentirse culpable de pensar en sí misma. Y de ahí parte la pregunta: madre, ¿cuándo fue la última vez que pensaste en ti misma?
El amor de madre, en mi opinión, es el más intenso, poderoso, eterno e inspirador de todos los amores que he conocido a lo largo de la vida. Ningún otro rol en mi vida lo supera. Sin embargo, para maximizar ese amor, mantenerlo saludable y poderoso, la madre tiene que recordar siempre su esencia en su rol de mujer. La madre tiene que cuidarse a sí misma para cuidar de los que ama. La madre tiene que sobreponerse al prejuicio esclavizador de que perdió la importancia como persona porque hay otros más importantes que ella. Ella debe seguir siendo la persona más importante de su vida para sentirse amada, admirada, y completa como individuo. Sólo así será capaz de transmitir ese amor con la fortaleza y devoción que la maternidad implica.
La madre debe construír un equipo para fortalecer y liderar las capacidades de sus miembros. Esa es una labor que no solo la pone en una posición de liderazgo sino que enriquece a todos a su alrededor.
El amor nunca viene desde afuera. El amor se fortalece y vive en nosotros y cuando es fuerte, cuando es poderoso y cuando es real, el amor se manifiesta en la vida de los que amamos. El amor se convierte en paciencia, el amor se convierte en luz, el amor se convierte en fe, y es entonces cuando el amor todo lo puede y todo lo transforma. Madre, ¿cuándo fue la última vez que hiciste algo lindo por ti misma?
A pocos días de comenzar un nuevo año y aunque las resoluciones suenen repetitivas y a veces vacías, comprométete contigo misma como mujer. Cierra los ojos y piensa en algo que quieres hacer por ti que te convertirá en una mejor versión de ti misma, y como consecuencia, te hará una mejor persona para los que amas. Pon en el calendario tiempo para ti. Celébrate como individuo. Disfruta tiempo contigo misma, porque sólo cuando te amas, te aceptas y estás orgullosa de ti puedes dedicarle tiempo al espejo para regalarle una sonrisa. Deja de mentirte diciéndote a ti misma que no hay tiempo para ti: Siempre hay tiempo. Lo que a veces nos falta es el amor para dedicarlo a nosotras mismas.
Muy cierto Eli todo lo que escribiste, cuando uno no se ama a si mismo no puede dar amor a los demas, sobre todo a nuestros seres amados, el nuevo año significa un nuevo comienzo y es ahi donde al fijar nuestras nuevas metas tengamos como prioridad el amor propio. Les deseo una muy feliz navidad y un año nuevo lleno de amor, paz y prosperidad, un abrazo