¿Ves el vaso medio lleno o medio vacío? Aunque la pregunta es un modo de medir el positivismo de los seres humanos y su percepción para enfrentar la vida y sus retos, en la vida real el contenido del vaso está en constante movimiento y en vez de analizar cómo respondemos al nivel de líquido que presenta de modo individual, aprender que tenemos la habilidad de llenarlo cuántas veces sea necesario es lo que nos activa para darnos balance y estabilidad.
Estancarnos en nuestras impresiones personales o engañarnos a nosotros mismos presentándonos como los que ven el vaso “medio lleno,” es otro juego sicológico que no nos lleva a ningún lugar. En vez de eso, es importante ser objetivos y aprender a ver y reconocer que a veces el vaso está medio vacío, y por tanto, se necesita tomar acción inmediata para saber cómo rellenarlo.
Si el vaso está medio vacío significa que estamos consumiendo más energía de la que estamos invirtiendo en nosotros mismos. Significa que nos estamos quedando sin recursos y que es necesario revisar nuestra estrategia personal para saber cómo hacerlo mejor. Ver el vaso medio vacío no significa que somos negativos, sino realistas si es que tomamos la oportunidad para tomar acción y revertir la situación de la mejor manera posible.
¿Está mi vaso medio vacío cuando pienso en mí mismo y no me siento feliz o satisfecho con lo que soy? Si ese es el caso, analizando los vacíos es la única manera como vamos a poder comenzar a llenar el vaso para movernos del estado de angustia, inseguridad, o infelicidad al de edificación, compromiso y evolución.
Practicar el arte de ser positivos y ver la oportunidad en los retos y hasta en las situaciones más difíciles es sin duda un don que nos habilita y nos motiva, sin embargo, evadir la responsabilidad de tomar acción dejándoselo todo al destino o tratando de evitar ver los problemas o los retos, no es positivo ni enriquecedor, ya que el vaso no se llenará solo. Tú necesitas hacerlo.
Dicho esto, estar pendientes de nuestro propio vaso, del contenido con el cual decidimos llenarlo, del plan que necesitamos para mantenerlo lleno sin rebalsarlo, y de cuánto queremos y podemos compartir con otros, son reflexiones constantes que nos ayudarán a mantenernos saludables física y mentalmente. El balance es la meta y para alcanzarlo, siempre enfrentaremos desbalance, así como oportunidades de volver a nuestro objetivo con conciencia y propósito.
