Este fin de semana celebrábamos la vida y también la gran bendición de que estamos ya todos vacunados en la familia y moviéndonos hacia adelante como sociedad. Ayelén era la única que faltaba pero finalmente recibió su segunda vacuna el día sábado y no tuvo ningún efecto secundario. En la noche en una celebración mística escribimos deseos, pintamos rocas y nos pusimos tatuajes temporales con frases motivadoras. Compré el paquete de tatuajes online y recibimos las frases al azar. Entre ellas estaba esta que dice, “diferente es hermoso.” Ayelén repasó todas y cada una de ellas y eligió esta.
Le pregunté porque había elegido esta y me contestó, “¡Porqué soy bella!” Su atención no está en la diferencia sino la belleza que esa diferencia trae a su vida. Cualquiera que conoce a Ayelén sabe lo orgullosa que es de ser quién es. Lo consciente que es de su condición, de sus fortalezas y debilidades, y lo poderoso de su actitud cuando se trata de definirse a si misma como una jovencita valiente, hermosa, decidida y segura de si misma.
Sin embargo y lo más importante, esa fortaleza que la caracteriza y esa claridad mental a la hora de auto-definirse con orgullo y amor propio no es orgánica ni viene con su condición. La fortaleza parte del auto-conocimiento, y el auto-conocimiento se logra de mano de nosotros sus padres cuando como los responsables de sus vidas, hemos superado nuestros propios prejuicios e inseguridad para poder hablar con nuestros hijos abiertamente de su condición, de sus retos, y constantemente, celebrar sus triunfos sin comparación.
Un millón de veces en la vida, así como nosotros dudamos de nosotros mismos o nos avergonzamos de lo que percibimos como debilidades o carencias personales, vamos a ver a nuestros enfrentarse a las mismas inseguridades como seres humanos comunes y corrientes que son. Lo peor desde mi opinión y experiencia, es evadir la verdad y crear fantasías e idealizaciones cuando nuestros hijos los que buscan so respuestas reales a preguntas reales que tienen acerca de si mismos como un todo. No podemos evadir la realidad de que la discapacidad forma parte de la cotidianeidad de sus vidas, y cuando la pregunta llega y preguntan de sus diferencias, o aún cuando la pregunta no sea expresada de modo típico, sino de sea una manifestación de su comportamiento, la respuesta tiene que ser honesta, directa, motivadora y clarificadora para ellos.
No lo he vivido tanto con Emir como lo he vivido con Yaya. A Emir siempre le doy información y le hablo de cosas que quiero que escucho para que las procese y las entienda, aún cuando aparentemente no las necesite. Con Ayelén nuestras conversaciones muchas veces comienzan con sus preguntas o sus actitudes hacia cierta cosas. También con sus comportamientos y sus frustraciones cuando algo la desajusta o la toma por sorpresa. En ambos casos, ambos necesitan respuestas, y ambos hay que ofrecérselas del modo más adecuado pensando en construir ese auto-conocimiento que les da la templanza y la seguridad de ser quienes son, y sentirse orgullosos y en armonía con todo lo que son en sus fortalezas y debilidades.
Y para no hacerlo tan complejo, la manera más natural y orgánica de empoderar a nuestros hijos fortaleciendo ese auto-conocimiento, es sacar ventaja de las situaciones cotidianas para ayudarles a definirse a si mismos de modo positivo y honesto. En nuestro ejemplo diario aprenderán el significado de aceptación, de respeto y amor propio. Como todo en esta tarea de ser madres y padres, será en nuestra propio auto-conocimiento y aceptación de nosotros mimos que les enseñaremos a nuestros hijos a hacer lo mismo. Esas vidas construidas sobre misterios e inseguridades que intentan evitarles a los niños nuestra percepción de algo que consideramos doloroso o injusto, lo único que construye es inseguridad y confusión. Eso de disfrazar los retos en palabras idealizadoras en vez de aceptarlos y normalizarlos, es lo que los pone en una posición en la que se sienten perdidos y son incapaces de defenderse de lo que no conocen y entienden. Hablar abiertamente de los retos, de lo que puede suceder, y de cómo enfrentarlos, es para mí la única y la mejor manera de construirlos para ser fuertes y valientes y tener la capacidad de ver la belleza de su individualidad mientras perciben las diferencias como algo típico.
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