Mi trabajo es enseñarte a creer en ti mismo porque las dudas y las carencias del mundo allá afuera no importan, y si en tu mundo has sido criado con fe, aprenderás que aunque la vida nunca sea perfecta, puedes vivirla al máximo a tu manera.
Mi trabajo es amarte incondicionalmente, lo que significa educarte, retarte a crecer y creer en ti maximizando tus habilidades. Amor no es sinónimo de debilidad ni estancamiento. Amor es fuerza, pasión y crecimiento. No te amo más cuando te quito responsabilidad u oportunidad de cometer tus propios errores para aprender de ellos. Te amo cuando entiendo que la vida es un camino, y para aprender a transitarlo, necesitamos caernos, y a veces golpearnos.
Mi trabajo es construirme para construirte, porque no puedo dar lo que no tengo. Lo más fácil es culpar al resto de lo que yo carezco, pero por amor aprenderé a hacer siempre lo mejor que puedo, y desde mi amor inmenso, me aseguraré de darte las mejores oportunidades posibles, y junto a ti creceré en los retos.
Mi trabajo es enfocarme en ti, y enfocada en ti, buscar respuestas y construir lo que haga falta. Mi amor tiene el poder de construir puentes y carreteras, de abrirte camino y de crear las reglas que te permitirán avanzar a tu propio ritmo. Mi trabajo no es cambiarte ni vivir para complacer al resto. Mi trabajo es enseñarte a amarte, a ser fuerte y a perseguir tus sueños.
Mi amor es el comienzo de tu historia, y crecerá contigo, se fortalecerá en ti, te protegerá en la duda, te iluminará en lo oscuro, y porque no es perfecto ni nunca lo será, de antemano te pido perdón, porque se que también cometerá errores y se tropezará en el camino. Solo recuerda que en cada paso, mi amor sigue creciendo y sigue aprendiendo por ti y para ti.
No te prometo una vida perfecta pero te aseguro una vida cargada de sueños, de días felices y de momentos únicos cuando la decisión esté bajo mi control. Cuando como pasa en la vida, no tengamos control de lo que sucede alrededor, te ofrezco mi corazón como refugio y mi alma como un castillo de amor.
Mi trabajo es dar lo mejor de mi y para eso deberé invertir en mi misma, en amarme, en aceptarme y construirme cada día. Mi trabajo nunca termina, porque en mis errores y en mis triunfos, siempre encontraré la manera de digerir, transformar y plasmar lo aprendido, para regalártelo como un tesoro. Uno que podrás decidir utilizar o atesorar. También aprenderé a respetar tus decisiones y con la fé con la que le enseño al mundo a respetarte, respetaré tu derecho a cometer tus propios errores y aprender de ellos. Aquí estaré para levantarte cuando haga falta, aprender de ti y siempre, pero siempre, creer en ti.
