Una de las situaciones que vivimos en los últimos años fue toparnos con la realidad de que muchos profesionales creen que los estudiantes con síndrome de Down o discapacidades intelectuales significativas no se benefician de la educación inclusiva cuando llegan a cierta edad o grado académico. Cuando Emir, mi hijo con síndrome de Down, se preparaba a avanzar hacia quinto grado en su reunión anual del Plan Individualizado Educativo, escuché una y otra vez que los estudiantes “como” Emir, alcanzan su “plateau” o el máxima de su capacidad de aprendizaje en la escuela básica y no tiene sentido seguir el camino porque es hora de enfocarse en habilidades de vida.
Mi respuesta a tal aseveración fue que mi hijo tiene increíbles habilidades de vida que se dan de modo totalmente natural en su casa. Mi hijo limpia, cocina, ayuda con tareas como sacar la basura, alimentar a los perros, hacer su cama, doblar su ropa, lavar el carro. Por tanto, quiero que vaya a la escuela a maximizar su aprendizaje académico y aunque no pueda aprenderlo todo igual que sus compañeros típicos, tiene el derecho a recibir la información de manera apropiada para asegurarnos que alcanza su máximo nivel de aprendizaje sin ponerle techos ni limitarlo basado en su diagnóstico. Y es que nunca he comprendido quienes son los estudiantes “como Emir,” porque ante mis hijos como madre, Emir es único.
Así fue cómo surgió la conversación de asistencia tecnológica para asegurarnos que Emir sigue su camino de inclusión de la mejor manera posible. Con su ipad y su teléfono inteligente, Emir forma parte de la clase. Nada es perfecto, pero lo perfecto es saber que hemos hecho lo mejor y jamás nos rendiremos cuando se trata de darle las mejores oportunidades posibles para ser la mejor versión de si mismo basado en sus múltiples capacidades y no en la discapcidad.
Inspirada en esta historia escribí este pequeño, simple, pero inspirador cuentito cuyo objetivo es crear discusiones positivas alrededor del concepto de asistencia tecnológica como herramienta integradora.
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Cuento de Inclusión: Un Extraterreste Llamado Amigo Kindle