Hay temores comunes de padres de hijos con discapacidad cuando sus hijos comienzan la escuela. De cierto modo esta experiencia tan natural marca el inicio de algo nuevo, y principalmente si los niños se han quedado en casa durante sus primeros años; es normal que se viva todavía con mayor intensidad este desprendimiento.
Este sentimiento es aún mayor en quienes tienen hijos con discapacidad y viven la realidad y el reto de enviarlos a la escuela a una edad todavía más joven. En los Estados Unidos los niños con necesidades especiales comienzan el pre-escolar el mismo día que cumplen sus 3 años; y lo paradójico de la experiencia es que mientras muchos padres de hijos típicos estarían felices de contar con este servicio gratuito, la mayoría de los padres de hijos con discapacidad enfrentan temores y preocupaciones naturales en este momento.
Estos son 6 temores comunes de padres de hijos con discapacidad cuando sus niños empiezan la escuela.
Yo los sentí, y a través de los años los he vuelto a ver reflejados en muchos nuevos padres que también los viven y buscan apoyo para sobreponerse a ellos.
1) No sabe hablar todavía. Nadie lo entenderá.
La mayoría de los niños con necesidades especiales que empiezan la escuela, todavía no pueden hablar. Algunos de ellos tal vez nunca lo harán dependiendo de su discapacidad, pero lo más importante es entender que hay métodos alternativos para abrir la comunicación para el niño.
- Trae a la escuela todas las herramientas necesarias para facilitar su comunicación.
- Comparte con la maestra señales o gestos que tu hijo hace para comunicarse.
- Figuras o fotos que pueden ayudarlo a apuntar las cosas que todavía no puede decir, o cualquier cosa que consideres útil y de apoyo para él y la maestra.
Los maestros son profesionales capacitados, pero sin duda la interacción y trabajo en equipo junto a las familias hace todo más sencillo.
2) Mi hijo tiene problemas de comportamiento. Hace berrinches constantemente. Yo soy la única que puede calmarlo y entenderlo.
Muchas veces, nostros (los padres) nos sentimos irremplazables y que nadie más puede entender o cuidar a nuestros hijos, pero cuando los hijos salen a la vida, necesitan y merecen tener opciones y ser entendidos y aceptados por los demás. Esto comienza desde que son pequeños y asisten a la escuela. Compartir toda la información disponible acerca de cómo controlar su comportamiento, como calmarlo y ayudarlo, es una necesidad y obligación que tenemos con la maestra. Juntos podemos encontrar el modo de hacer de esta experiencia la mejor para el niño, y conseguir que se sienta seguro y entendido. Una gran enseñanza que la escuela trae a la vida de los pequeños, es enseñarles a confiar en los demás para poder crecer y ganar independencia.
3) Todavía no está entrenado para ir al baño o no sabe comer sólo.
Las clases de educación especial e incluso las clases integradoras adaptadas deberían tener estos temores cubiertos. Todo niño con necesidades especiales tiene un plan individualizado formal o informal que incluye apoyo en estas y otras tareas. La comunicación entre la escuela y el hogar, y el desarrollo de un plan que siga su ritmo en ambos lugares es de vital importancia para alcanzar el éxito.
4) Tengo miedo de que sea abusado en la escuela y no pueda dejármelo saber por su falta de comunicación.
Esta es una preocupación muy delicada y totalmente comprensible. No queremos que nuestros hijos sufran de abuso o acoso en la escuela y muchas veces nos sentimos desamparados a la hora de dejarlos ir a la escuela sabiendo que no serán capaces de contarnos lo que les pasa cuando no estamos presentes.
- Las fotografías son muy útiles en todo momento. Solicitar a la maestra que nos deje tomar fotografías de la clase, incluidos sus compañeros es una buena idea. Así cuando llega a casa, puedes preguntarle cómo la pasó, con quién jugo, si se sintió bien, si alguien no le gusta, y porqué. Simple pero efectivo, podrá apuntar, hablar, o mostrarte emociones.
- También solicitar un calendario de las actividades que realizarán durante cada semana, nos permitirá tener más oportunidad de hacer preguntas básicas a las que él puede responder de acuerdo a sus capacidades.
Todos estos pequeños pasos nos harán identificar si hay cambios en su comportamiento o reacciones de nerviosismo o temor ante ciertas preguntas o fotografías.
5) Si el niño toma el autobús. Siento que es todavia muy pequeño y considero que puede ser peligroso para él.
Aunque este no es un servicio disponible en todo el mundo, en los Estados Unidos es parte del sistema de educación especial y lo que los padres necesitan entender es que el autobús de educación especial tiene adaptaciones individuales para cada estudiante. Dependiendo del tamaño, peso y discapacidad del niño, será acomodado en un asiento de seguridad apropiado. Es también importante saber que el autobús escolar para niños con discapacidad está supuesto a ofrecer mayor flexibilidad y tiempo considerando que los niños pueden necesitar más tiempo para abordarlo.
6) Toma diferentes medicinas durante el día. Temo a que no le sean suministradas adecuadamente.
Eso es algo que tabiém debe ser conversado pacientemente con la maestra, asistente o enfermera a cargo. La mejor manera de asegurarse que el niño reciba todas sus medicinas, es solicitar que se lleve control en un calendario visual que deberá ser marcado cada que el niño reciba la medicina. Funciona como un buen recordatorio para la maestra o enfermera, y es un modo de sentirnos más tranquilos como padres. No hay método infalible pero es importante hacer nuestro mejor esfuerzo por involucrar a los demás de manera positiva.
La escuela es una oportunidad para que nuestros hijos aprendan, crezcan y alcancen sus máximas habilidades. No hay método perfecto y en el camino uno se golpe muchas veces, pero lo primordial es entender que es una responsabilidad compartida y que el éxito se da únicamente cuando aprendemos a trabajar en equipo entre aula y hogar. Como padres es nuestra obligación la de involucrarnos y demostrar con nuestro ejemplo nuestro deseo de sacarle el máximo provecho a esta experiencia. Los maestros pueden ser muy buenos, o no, pero definitivamente como padres tenemos en nuestras manos la posibilidad del cambio.
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Ramira, traté de escribirte a tu correo para decirte que puedo ayudarte, pero tu correo no existe o al menos no recibe correos. Si lees mi respuesta, yo trabajo en el área de miami y estaré feliz de ayudarte, Escríbeme a eliana@fndfl.org que es el correo de mi trabajo.
Hola Eliana, muy interesante este artículo y me cayo como anillo al dedo. Tengo una hija SD de 4 años. Ya tenemos un año viviendo en Estados Unidos, específicamente Miami-Florida. Y desde que llegamos al país me he encontrado con una serie de contratiempos para poderla inscribir en la escuela, ya que por su edad dicen que debo esperar a que cumpla los 5 años y que Ahorita lo que le corresponde es Day Care, cosa que en este país son súper costosos. Pones en tu artículo que los niños con discapacidad comienzan en este país a los 3 años y que es gratuita. Si conoces algún sitio donde yo pueda ir para que me ayuden con mi caso te lo sabría agradecer, ya que no conozco muy bien como funciona el sistema aquí para nuestros niños y todos esos temores y más son los que tengo. Gracias y Dios bendiga a tus hijos.
Hola Gaby, te contesté por email pero de todos modos, siempre ten en cuenta que mientras más jóvenes los niños, el proceso de integración es más natural y más exitoso, no solo para los niños pequeños que crecen juntos aceptando y celebrando las diferencias, sino para sus padres, quienes aprenden a conocer y entender las diferencias, también de modo natural y positivo. Suerte.
Hola! Mi hijo tiene SD y este año comenzó sala de 2…
No tengo esos temores q comentás… Sí quizas “ansiedad” por el tema del lengueje, pero sé que en sala de 2, muchos de sus compañeritos aún no hablan, y no tienen ninguna discapacidad. Creo q el jardín lo va a ayudar a que empìecen a aparecer las palabras…
Pero sí le tenía (o le tengo) mucho miedo a la mirada de los otros papás… Los niños de esa edad se saben y se sienten todos iguales, no tienen prejuicios… Somos los adultos los que marcamos diferencias. Por suerte, no sentí miradas “raras” y Lulo es (como yo deseaba y lucho por que sea) uno más, igual q sus compañeritos.
María, como padre tienes el derecho de poner una queja formal y luchar por los derechos de tu hijo.
En este mismo momento me llamaron del early Head Star la trabajadora social para decirme q ellos piensa q mi hijo no esta preparado para Head Star por todas las razones q nombraste en el articulo, y todo esto surge de experiencias con otros ninos con SD. Hubo maltrato institucional.
jajajaj me imagino! suerte con todo! besos.
Ouchs perdón… tenemos 2 semanas de haber regresado jaja como verás me trae toda loca jaja
gracias amiga. Feliz regreso a clases para ustedes también. ya les toca, no?
Qué interesante artículo, creo que es de utilidad para todos los padres, yo misma he experimentado alguno de estos temores, así que agradezco que hables de ello.
besos